Te amaremos hasta que nuestro corazón deje de latir

5 de enero de 2012

Verdadero amor


Capítulo 11: Un Buen Dia...

He aquí mi secreto: no se ve bien más que con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

-Antoine de Sain-Exupéry

Relato Narrado por Bella…

Es increíble como pasa el tiempo, ya han pasado dos meses desde que tuve aquel percance donde mi Jake me salvo de aquel tipo que se quería aprovechar de mi, y digo mi Jake porque sabia que entre el y yo había una conexión muy especial, durante todo este tiempo convivía poco con el, pero el tiempo que pasaba a su lado era inigualable, mas sin embargo había otra cosa en mi cabeza en estos momentos, Edward…mi mejor amigo, el que siempre estaba a mi lado cuando mas lo necesitaba, aquel hombre en el cual yo podía confiar ciegamente, pero ahora en estos momentos no lo entendía,  se había comportado muy distante conmigo desde el día después del percance…

****** FLASH BACK ******

 Me desperté muy temprano ese día, me di un rápido baño, me mire al espejo y vi que tenia unos moretones alrededor de mi cuello, aquel hombre me había tomado con mucha fuerza, tenia que cubrirlo con algo, decidí utilizar una blusa con cuello alto, no quería preocupar a mi madre. Baje a desayunar y me encontré a mi mama  en la cocina:

- Hola hija, buenos días – me decía mientra tomaba una taza de café.

- Hola mama – le di un beso en la mejilla – a que hora llegaste!? No te sentí llegar?

- Ah, no te preocupes por eso, es que hubo mucha gente, no se porque salen a comprar de noche y no de día – dio un pequeño sorbo a su taza de café – pero dime, a que hora llegaste tu!? Sabes que no estoy muy tranquila si Bree esta sola en casa – no le había dicho nada sobre el percance y no quería que se preocupara.

- Mmm... No me tarde mucho, solo pase a la tienda a comprar unas cosas – le decía mientras tomaba mi jugo de naranja.

- Bueno, espero no molestarte la próxima vez.

- No te preocupes mama, sabes que no es molestia – pero la próxima vez tomare un taxi directo a casa pensé para mi misma.

- Eres una gran hija, pero anda, que no quiero que se te haga tarde nuevamente – me extendió una pequeña bolsita – ten aquí esta tu almuerzo, espero que lo comas todo eh.

- Si gracias mama, pero no te hubieras molestado – a pesar de todas las cosas que tenia que hacer mi madre aun se daba tiempo para atenderme, subí rápidamente al baño y me lave los dientes, tome mi mochila, baje las escaleras y me despedí de un beso de mi madre, al parecer si me había despertado muy temprano, porque cuando tome el camión venia casi vacío, me fui hasta la parte trasera del camión, me gustaba ese lugar, porque me recordaba la forma en que había conocido a Jake, sonreí tontamente al recordarlo.

Cuando llegue a la escuela me encontré al director en la entrada, lo salude y seguí mi camino, no había muchos estudiantes en los pasillos, llegue al salón vi a Edward, el sonrió al verme y no pude mas que responder a su sonrisa, tome mi lugar a su lado.

- Hola Bella, podrías decirme en donde estabas anoche!?, te llame para ponernos de acuerdo con la tarea de física, pero nadie me contesto – no quería que el se preocupara por lo que me sucedió a noche.

- Ah si!? Mmm...… es que fui a dejarle unas cosas a mi mama a su negocio, y acosté a Bree muy temprano, no cheque la contestadota cuando regrese – no tenia que contarle toda la verdad, me recogí el pelo en una coleta, pero cometí un grave error,  no me acordaba de la marca en mi cuello, mi pelo además de la blusa me ayudaba a cubrirla, pero no del todo, el se dio cuenta.

- Bella! Que es lo que te paso en el cuello!? – rayos ahora que le iba a decir.

- Ah… en el cuello!?, este…. Nada, no fue nada, me pegue mientras jugaba con Bree, no es para que te preocupes, enserio – el solo me miraba, retire mi mirada de la suya, el sabia cuando mentía, pero unos gritos hicieron que mirara la entrada.

- Jake! Jake! Dime que es lo que te paso!? –  nuevamente era Jessica, Edward también volteo a mirar de que se trataba – te caíste? Te duele mucho!?, anda dime! – se veía realmente preocupada por el

- Estoy bien, no te preocupes – paso de largo y la dejo ahí gritando, llego a su lugar y se sentó, Jessica se quedo ahí parada, veía totalmente desconcertada.

- Enserio estas bien!? No te duele la cabeza!? Fuiste al doctor!? – mi Edward siempre preocupándose por mí, pero antes de que pudiera responderle:

- Y a ti!? Que es lo que te paso!? – Tenía a Jessica enfrente de mí y miraba de un lado a otro, a Jake y después a mi, no le respondí – No será que algo les ocurrió a ustedes dos!?

- Este… claro que no! y anda vete ya no nos molestes – ella se dio media vuelta y se fue, mire de reojo a Edward y pude ver que estaba mas serio de lo normal, sus puños los cerro con fuerza, tomo sus cosas y se cambio de lugar. Me sentía totalmente culpable, por haberle mentido a Edward, pero no tenia porque preocuparse, afortunadamente no me había pasado nada malo, y había aprendido bien la lección. Voltee a mirar a Jacob, en su cara se veían los moretones en su cara a causa de la pelea de ayer, volteo a mirarme y me sonrió.

***** FIN DEL FLASH BACK *****

Ahora me encontraba en el examen de cálculo, había estudiado mucho la noche anterior para sacar una buena calificación. Termine antes de lo pensado, me levante de mi butaca y le entregue mi examen al profesor Jasper.

- Veo que las recomendaciones que me dieron de usted si son verdad, lamento haberla juzgado mal señorita Swan – me decía mientras me revisaba si había contestado todo mi examen – créame que puede contar conmigo para cualquier cosa, es mas, le puedo dar una buena recomendación para que entre a la universidad.

- Muchas gracias profesor Jasper, pero aun no he pensado que es lo que quiero estudiar – volteo a mirarme, parecía sorprendido – si, se que ah estas alturas ya debería de tener una idea de que es lo que quiero estudiar, pero la verdad aun no me decido, pero muchas gracias por su ofrecimiento, cuando este decidida le avisare enseguida.

- Muy bien señorita, espero que así sea.

Salí del salón y me senté en la parte de afuera del salón, me coloque mi reproductor de música y comencé nuevamente a dibujar. Paso un buen rato y llego Alice y se sentó a mi lado.

- Bellita! Bellita!!! Creo que me fue excelente en el examen, muchas gracias por haberme ayudado el día de ayer, sin ti no se que hubiera hecho – me daba un pequeño abrazo – pero anda, el profesor Jasper ya se fue entremos al salón – entramos y nos sentamos a hablar de trivialidades teníamos la siguiente clase libre

- Verdad que el profesor Jasper es muy lindo!? – Me preguntaba Alice con los ojos muy abiertos – es un encanto…

- Alice!! Es un profesor, no debes de tener esos pensamientos!

- Vamos Bells! No estoy diciendo que me voy a casar con el, además el es aun muy joven y nosotras ya vamos a entrar a la universidad, así que yo no le veo ningún problema.

- Alice! La que es una verdadera hermosura es la profesora de música – intervino Seth con una gran sonrisa en el rostro – es una lastima que aun no la hayan dado de alta después de ese accidente.

- No te preocupes – le decía Alice mientras lo tomaba del hombro – ya la semana que entra regresara – era verdad, y aun no había platicado con Jacob acerca de eso, tenia que saber si ya había pensando en que instrumento tocaría.

- Enseguida vuelvo chicos – les dije y me acerque a Jacob el estaba leyendo un libro – ven sígueme – fue lo único que le dije, tenia que aprovechar ahora que teníamos esta hora libre para hablar con el. Lo lleve al cuarto donde estaban todos los instrumentos musicales. Se encontraba en la segunda planta del edificio, era muy espacioso, ya que también ahí estaba el estudio de danza, en una de las esquinas se encontraba el piano, donde muchas veces Edward había tocado para mí…
- Bien… se me había olvidado por completo que tenemos que practicar para la clase de música, el que la maestra no haya venido no quiere decir que vamos a dejar todo votado cierto!? – No me respondía – bien, aquí tenemos muchos instrumentos, no se cual es el que sabes tocar o si sabes tocar alguno, mira ahí esta el piano – dije acercándome a el, roce con mis dedos sus teclas – en ese gabinete están las flautas, en esa pared están colgadas las guitarras – el solo se dedicaba a mirar – no soy muy hábil con los dedos por eso no toco el piano, pero me encantaría poder hacerlo – era la verdad, a veces deseaba ser tan talentosa como Edward – no se mucho sobre como se tocan pero intentare ayudarte, así que cual te gustaría aprender?¡ - el solo me dedico una media sonrisa, tomo una de las guitarras y se sentó en uno de los banquitos que había en el salón, y empezó a tocar y lo que mas me sorprendió es que también canto, yo solo me dedique a observarlo…

Saying I love you, Is not the words I want to hear from you
(Que me digas que me amas, no son las palabras que quiero oír de ti)
It's not that I want you , Not to say, but, if you only knew
(No es que quiera que tú no lo digas pero si solo supieras)
How easy, it would be to show me how you feel
(Cuan fácil seria demostrarme lo que sientes)
More than words, is all you have to do to make it real
(Mas que palabras es todo lo que necesitas para hacerlo real)
Then you wouldn't have to say, that you love me
(Entonces no tendrás que decir que me amas)
Cos I'd already know (Porque ya lo sabría)
What would you do, if my heart was torn in two
(Que harías si mi corazón se quebrara en dos)
More than words to show you feel  That your love for me is real
(Mas que palabras para demostrar lo que sientes que tu amor
por mi es real)
What would you say, if I took those words away
(Que dirías si quitara esas palabras)
Then you couldn't make things new Just by saying
I love you More than words...
(Entonces no podrías renovar las cosas, Solo diciendo te Amo...
“Mas que palabras”...)
…El aun seguía cantando y tocando la guitarra, se veía que realmente le gustaba tocar.

- Jake, que bien tocas, y por supuesto también que bien cantas – nunca me lo hubiera imaginado de el – como se llama esa canción?! – no la había escuchado antes.

- Se llama mas que palabras – dejo la guitarra en el suelo y se fue a la ventana, se mostró pensativo, ya me había acostumbrado al silencio a su lado, no era algo que incomodara, al contrario, yo sentía que no teníamos que decirnos nada. Yo nunca había sido buena con la guitarra, recuerdo que no había pasado de la segunda lección, a lo mejor aun me acordaba de la primera, tome la guitarra que había dejado en el suelo y puse mis dedos en posición, empecé a intentar tocar pero de verdad que era pésima, decidí dejarlo por la paz.

- Bella?¡ - se encontraba detrás de mi, di un salto al escucharlo tan cerca de mi – aun quieres pagar tu deuda?¡ - muchas veces le había dicho que quería agradecerle que me hubiera rescatado aquel día, pero siempre me rechazaba, no sabia que se traía entre manos, asentí sin pensarlo dos veces.

Salimos del salón, empezamos a caminar hacia la salida de la escuela, no había gente en los pasillos – acaso saldremos de la escuela Jake!?

- Que?¡ tienes miedo!? – me decía con una sonrisa picara en el rostro.

- No, para nada – intente hacerme la valiente, pero la verdad es que nunca me había volado ninguna clase en toda mi vida estudiantil, el vigilante para buena suerte nuestra no se encontraba en su cabina, Jake se acerco lentamente a la puerta y la abrió con mucha astucia para que no hiciera mucho ruido cuando la abrimos. Cuando estuvimos fuera de la escuela recordé que habíamos dejado nuestras cosas en el salón, tendría que pensar en la explicación que daría el día de mañana.

Llegamos a la parada del camión y abordamos la ruta, la gente nos miro raro al subir, era porque aun traíamos el uniforme de la escuela, nos sentamos en el lugar donde lo vi por primera vez, no decíamos nada, ambos nos mirábamos solo de reojo, aun no me había dicho hacia donde íbamos.

Bajamos a un lado de la carretera y entramos por un sendero, en todo el tiempo que llevaba viviendo en Forks no había recorrido ese lugar, el otoño ya se hacia presente, algunos árboles ya no tenían hojas en sus ramas, vi a algunos animalitos esconderse entre las pocas ramas que quedaban. Jake se veía totalmente relajado, no como en la escuela, siempre lo veía muy a la defensiva… Caminamos por mucho tiempo sin decir absolutamente nada, solo observamos el hermoso paisaje que se encontraba a nuestro alrededor, tenia que romper el silencio.

- Sabes Jake – el me puso toda su atención – siempre pensé que eras un chico raro, cayado, alejado de todos, la primera impresión que tuve de ti fue que eras un tipo muy rebelde, que te gustaba romper unas cuantas reglas, pero vaya sorpresa quien iba a decir que eras todo un cerebrito – el solo me dio una gran sonrisa, me encantaba que sonriera. Vi un árbol tirado enfrente de nosotros y decidí subirme en el, hacia tiempo que no intentaba esto – yo opino que deberías acercarte mas a lo chavos del salón, son buenas personas, deberías de intentar tener un amigo, todos en algún momento necesitamos de todos.

- No los necesito – me decía un tanto serio.

- No será que es porque no sabes hacer amigos!? – Me miro un tanto incrédulo – es muy fácil, solo tienes que ir acercándote a ellos, confiar en ellos, es simple, das un paso a la vez – y por poco pierdo el equilibrio nuevamente, pero afortunadamente no me caí. El extendió su mano para ofrecérmela.

- Dijiste que un paso a la vez, toma mi mano yo te ayudare – mire su mano y lo volví a mirar de nuevo a el, había dicho que solo tomaría la mano de alguien especial, ¿El era ese alguien especial?, volví a mirarlo a los ojos el me sonrió, no tenia nada mas que pensar, sentí que estrechaba mi mano.

Entre muchas risas pasamos toda la tarde, recorrimos gran parte de ese  hermoso lugar, nos sentamos enfrente de un gran lago, empezaba a hacer un poco de frío, el se quito su abrigo y me lo coloco, traía el olor de su fragancia, era un aroma encantador, sentía que estaba descubriendo al verdadero Jake, no al serio y alejado de la gente, sino al cálido, al amable, al cariñoso, a la persona especial que yo creí que era, pero aun en su mirada no se reflejaba la felicidad que yo esperaba, quería conocer un poco mas de el, quería quitar la distancia que nos separaba y sentarme a su lado y recargarme sobre su hombro y b… ¡Basta Bella! Habla de algo más! Habla de algo más!?

- Jake!? – Le dije un poco sonrojada, el solo volteo a mirarme.

- Tienes algún sueño!? – el me miro con una media sonrisa en su rostro, no pude contener que se dibujara una en mi cara también.

- Los tendría si también me dedicara a dormir en el camión como tu – me sonroje aun mas al recordar las veces que me había visto dormir en el camión.

- Y dime, encontraste a la persona que estabas buscando!?

- Si la encontré – me dijo un poco triste, a estas alturas me arrepentía de haber tocado el tema, pero mi curiosidad fue mayor.

- Y puedo saber quien era!? – espere ansiosa su respuesta.

- Buscaba a mi padre – que!? El había dicho que no tenía padre cuando estábamos en la comisaría.

- Pensé que estaba muerto – era la verdad, el no me contesto nada. Quería saber como se encontraba, siempre un padre iba a ser importante

- Y bien!? – El volteo a mirarme nuevamente – que sentiste al verlo.

- No podría describirlo – espere a que continuara con su relato – lo que me movió a venir acá fue para conocerlo, cuando lo vi no sentí nada. Solo sentía una gran curiosidad por saber como era, que tipo de persona es y si por alguna casualidad tenia algún parecido con el.

- Y te pareces a el!? – su cara se puso un poco mas seria.

- Tal vez, no se, no lo conozco lo suficiente para poder decírtelo – volvió a mirar al hermoso lago que teníamos enfrente – pero parece que el no sabe quien soy yo – su voz se escucho con un tono de tristeza – cuando lo vi, ni siquiera se imagino que era yo, por mucho tiempo lo he buscado y cuando por fin lo he logrado, el encuentro no fue como yo esperaba, siento que empiezo a odiarlo.

- No deberías de odiarlo, al contrario, deberías de estar agradecido – se me hizo un nudo en la garganta – tu padre aun vive, el mío mas sin embargo esta muerto – volteo a mirarme nuevamente, ahora fui yo quien desvió su mirada – daría todo porque el mío estuviera conmigo otra vez – ninguno de los dos volvió a decir nada.

Empezaba a obscurecer ya era muy tarde para irnos, parece que el pensó lo mismo.

- Ya es tarde, te he raptado todo el día y seguramente tu mama se preocupara por ti – me dedique a asentir y solo vi que se dibujo nuevamente una sonrisa en su rostro. Me ayudo a levantarme, caminamos a lo largo de aquel bello lago en búsqueda de aquel sendero por el cual habíamos llegado, pero empezó a llover, algo que totalmente nos tomo de sorpresa, empezamos a correr bajo la lluvia, intentábamos llegar rápidamente para tomar nuevamente el camión que nos llevara de vuelta a casa, pero a lo lejos se escucho el aullido de un lobo, me quede totalmente congelada, Jacob se dio cuenta de mi reacción y llego corriendo a mi lado, me abrazo, sus brazos de verdad que eran muy calidos, me miraba directamente a los ojos, nunca había estado mas cerca de el como en esos momentos, me miraba con sus grandes ojos cafés, aquellos ojos que hacían que se me acelerara el corazón cada vez que lo miraba, no podía esperar mas, quería que el rompiera esa distancia que separaba sus labios de los míos, quería besarlo, quería besar esos labios tan calidos como suponía que debían ser, pero una parte de mi, la parte racional me decía que tenia que controlarme, ya que si me dejaba llevar por mis instintos o en este caso las hormonas podría asustarlo, podría hacer que el pensara lo peor de mi. Al parecer el también se encontraba en un dilema, ya que poco a poco empezó a soltarme, y nuevamente sentí frío, pero me miro con una gran sonrisa en el rostro, al parecer había permanecido mucho tiempo observándolo, observando esos labios… ¡Bella basta!.

- No tengas miedo, estoy yo aquí para protegerte – me decía mientras acariciaba mi mejilla, nuevamente el contacto con su piel me hizo estremecer, el solamente se rió ante mi reacción – es mejor que nos vayamos, no quiero que te vayas a enfermar, me tomo de la mano y comenzamos a correr nuevamente, llegamos a la carretera y vimos que el camión se acercaba, lo detuvimos, nos miro por un instante ya que de verdad estábamos hechos una sopa a causa de la lluvia pero al final nos dijo que subiéramos al camión.

Para cuando habíamos llegado la lluvia había cesado, y daba gracias a dios por eso, el insistió en acompañarme hasta mi casa, la verdad a mi no me molestaba. Para cuando llegamos me sorprendí al encontrarme a Edward en la puerta de mi casa.

- Edward, que haces aquí?¡ - y no fuera que me molestara que estuviera aquí sino que el momento se volvió un tanto ¿Incomodo? el miro a Jake y luego a mi.

- Te traje tus cosas – vi que traía mi mochila y mi abrigo, instintivamente me acomode el abrigo que aun traía de Jake, aunque estaba todo mojado – no te falta nada – extendió su mano y me dio mis cosas.

- Edward no te hubieras molestado – el siempre tan al pendiente de mi, a veces me apenaba todas las preocupaciones que le hacia pasar a Edward por mi culpa.

- Estaba muy preocupado por ti, no sabia donde estabas, pero que bueno que ya estas aquí – me dijo con una sonrisa que no le llego a los ojos – si hubiera sabido que estaban juntos, también hubiera traído tus cosas – ambos se miraron fijamente por unos momentos pero otra persona nos interrumpió.

- Hijo – era Carlisle, a lo mejor había venido a acompañar a Edward.

- Si papa!? – Edward fue a su lado.

- Que bueno que te encuentro, hola Bella

- Buenas noches señor – le dije mientras extendía mi mano para saludarlo.

- Cuantas veces te he dicho que me digas solo Carlisle, no señor – me apretó cariñosamente mi cachete izquierdo – has de estar muy ocupada con todo lo de tu padre – demonios había olvidado que hoy era la misa de aniversario por la muerte de mi padre.

- Oh, cielo santo, se me había olvidado – voltee a mirar a Edward – que voy a hacer? Mi mama me va a matar.

- Tranquila te ayudare en todo lo que pueda – me decía Edward mientras sostenía mis cosas y me dedicaba una sonrisa.

- Muchas gracias Edward – el solo sonrió – nos vemos mañana Jacob – lamentaba no despedirme bien de el, pero sino arreglaba todo para que nos fuéramos, alistaba a Bree y muchas cosas mas mi mama me mataría. Entre corriendo a mi casa y deje la puerta abierta para que Carlisle y Edward entraran, eran parte de la familia. Bree ya se encontraba lista, se había puesto un lindo vestido verde, yo corrí a mi habitación y me bañe rápidamente, cuando regresara lavaría mi ropa y el abrigo de Jake para entregárselo. Me puse un pantalón negro y una blusa blanca, me recogí mi cabello y baje, me encontré a Edward en la cocina, preparaba un poco de macarrones con queso, la cocina olía exquisito, Carlisle también le estaba ayudando. Para cuando llego mi mama a casa ya todo estaba listo, solo subió a cambiarse sus zapatos y nos fuimos a la iglesia.
Todos los años, desde que Charlie había muerto, mi madre le organizaba una misa, ahora por su trabajo no había sido en la mañana sino en la noche, mientras el padre daba la misa, unas lágrimas recorrieron mi rostro al recordar lo mucho que extrañaba a mi padre. Cuando termino la misa, nuevamente Edward y Carlisle nos acompañaron de nuevo a casa, se quedaron a hacernos compañía un rato más, cenamos entre muchas risas, ya que Carlisle era muy ocurrente, no quería vernos tristes.

Cuando ya eran las 11 de la noche decidieron que ya era tiempo de irse y los acompañamos hasta la puerta, Edward se quedo un rato más para platicar conmigo.

- Bella, no me vuelvas a hacer eso de acuerdo?! – no entendía a que se refería.

- Sobre que Edward.

- El irte con un tipo que casi no conoces, los vi mientras salían de la escuela, y no sabes todas las cosas que pensé que ese pudiera hacerte

- Tranquilízate Edward, Jake no me haría daño, de eso estoy segura – su mirada se volvió un tanto triste, le di un fuerte abrazo – Ed, me alegro mucho que estuvieras aquí, en este día tan importante para mi y para mi familia, no sabes lo mucho que te aprecio – y era la verdad, lo quería demasiado, me aleje de el y le di un pequeño beso en la mejilla, el se sonrojo un poco – perdóname todos los malos momentos que te hago pasar, siempre te he dicho que  eres  como mi ángel de la guarda y así es, eres mi mejor amigo y por eso te quiero tanto, ya no quiero que estés disgustado conmigo, perdóname por no haberte dicho lo del percance que tuve la otra noche, pero no pensé que fuera necesario, estoy bien ahora y eso es lo único que importa.

- Perdóname tú a mi Bells, a veces me comporto como un completo loco, sabes que eres muy importante para mí… más de lo que tú te imaginas – dijo lo último con un susurro, no le tome mucha importancia, extendió su mano hacia mi – tan amigos como siempre!? – me decía con una sonrisa en su rostro, ahora si la felicidad se le veía en el rostro.

- Tan mejores amigos como siempre – reí ante mi absurda afirmación – descansa Ed, y muchas gracias por todo - Me dio un beso en la mejilla y se fue al coche de su padre, los vi alejarse por la calle. Entre a la casa y fui al cuarto de mi madre, ella ya se había recostado, sabia que extrañaba mucho a papa, decidí no molestarla.

Fui a ver como estaba Bree, se había ido a su cuarto después de que acabamos de cenar, ella no había convivido mucho con papa pero se que también lo extrañaba. Entre a su cuarto y se encontraba tirada en el suelo con un álbum de fotos enfrente de ella, estaba viendo las  fotos de cuando ella era bebe y mi padre la sostenía en brazos, me senté a su lado.

-Como estas pequeña!? – ella volteo a mirarme

- Bien, supongo, extraño a papa sabes!? – pase mi mano sobre su hombro.

- Lo se, yo también lo extraño mucho, pero el nos esta cuidando desde el cielo, en especial a ti, por eso, no debes de hacer travesuras – le decía mientras le hacia cosquillas, no quería verla triste.

- Ya ya, ya entendí, oye Bella, quería preguntarte quien es esta mujer?¡ - señalaba una de las fotos del álbum – porque esta tomando a papa del brazo?¡

- Hay! Yo pienso que era una novia de papa, iban al mismo colegio, mira – le decía mientras señalaba la foto – el que esta del otro lado de la señora es Carlisle, todos eran muy buenos amigos, no se como se llama, pero yo pienso que era así – ella se miraba aun pensativa – pero anda que ya es tarde, y mañana hay escuela, vamos a la cama – sin protestar se levanto y yo recogí el álbum, lo puse a un lado de su cama, ella se metió entre las cobijas y yo solo la tape – que descanses pequeño diablillo – le di un pequeño beso en la frente y salí de su habitación.

Había sido un día muy bueno, había estado con Jake la mayor parte del día, me asegure de que la casa estuviera bien cerrada y me fui al cuarto de lavado para lavar el abrió de Jacob, cuando termine subí a mi habitación,  me puse mi pijama y me metí a la cama, sabia que Edward había notado que nos habíamos escapado, no sabia como me iba a ir mañana con los profesores, solo de una cosa estaba totalmente segura, y era que no me arrepentía de nada de lo que había hecho este día… caí profundamente dormida…

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RELATO NARRADO POR EDWARD…

Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.

Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) Escritor español.

No me gustaba esta situación, no me gustaba estar de esta forma con Bella, pero no me gustaba que me mintiera, ella sabia lo mucho que me importaba, lo mucho que yo me preocupaba por ella, y saber que alguien la había lastimado era una de las cosas que hacia que me hirviera la sangre, y peor aun, si sabia que “Jacob Black” había estado ahí para defenderla y no yo. Me sentía tan impotente al respecto, había tomado la decisión de alejarme de ella, de darle su espacio, pero estar alejada de ella me dolía, ella era mas que una amiga para mi, yo la veía como la compañera de toda mi vida, no aguantaba mas, tenia que hablar nuevamente con ella. Lo bueno que teníamos la clase de música libre, la maestra aun no se reponía del todo de su accidente y aun faltaría una semana, era el momento perfecto para hablar con ella.

Yo me encontraba en la cafetería, después de que termine mi examen de cálculo había dio para allá para comprarle un jugo a Bella, de manzana, era su favorito. Cuando llegue al salón no la vi por ningún lado, a lo mejor había ido al baño, me acerque a Alice y a Seth que hablaban en un tono un poco alto.

-Que les sucede chicos? Porque discuten!? – esperaba que ellos dos no terminaran juntos.

- Sobre los profesores guapos que tenemos en esta escuela Eddy – me decía Alice mientras me despeinaba mi cabello – a ti no te gusta nadie Eddy!?

- Claro que no, no estoy en edad de pensar en eso – les decía mientras me sentaba en una silla.

- Eso dice, pero todos sabemos a quien en realidad ama o no Alice?! – y aquí estaba de nuevo mi amigo Seth metiendo las cuatro patas.

- Cállate Seth, no sabes lo que dices – le decía mientras me sonrojaba un poco – por cierto, donde esta Bella!? – Alice se puso a reír…

- Salió, no sabemos a donde fue, pero ya tiene rato que se fue y aun no regresa – me dijo Alice.

- Bien voy a buscarla, necesito hablar con ella – me levante de mi asiento y me fui hacia la salida.

- Ve con todo matador – me gritaba Seth a mis espaldas, lo único que pude hacer fue sonreír ante su tonto comentario. Salí al patio a ver si de pura casualidad se encontraba ahí y el alma se me vino al suelo, ahí estaba Bella, pero estaba con ese chucho, se estaban escapando de la escuela!? De verdad que no lo podía creer mi Bella, nunca había hecho una cosa de estas, de verdad que había cambiado desde que “aquel” se cruzo en nuestro camino.

Regrese muy enojado hacia el salón, me senté en mi butaca y no dije nada, Seth vio mi expresión y se acerco para ver que me pasaba.

- Edward, hermano estas bien!?, Que te pasa!? Que viste!? – acerco una silla y se sentó enfrente de mi.

- Nada, solo que no pude hablar con Bella!? – estaba de verdad muy furioso.

- Porque hermano?! – no es que Seth fuera chismoso, sino que de verdad se preocupaba por mi.

- Porque… prométeme que no dirás ni una sola palabra…- le dije un poco alterado.

- Está bien hermano, pero tranquilízate.

- Bella se fue con el – le dije mientras cerraba mis puños con fuerza – se acaba de volar las clases por estar con el.

- Vamos hermano, tranquilízate, debe de haber una buena razón, no te pongas así te va a hacer daño – y en eso entro el profesor al salón ya no hable mas del tema con el.

Pensé que solo se iría por unas cuantas horas, pero para la hora de la salida ella aun no había llegado, le habría pasado algo!? Espero que ese chucho estuviera cuidado sino se las vería conmigo. Tome solamente las cosas de Bella, deje las del chucho en el gabinete del salón, salí, en la puerta me encontré a Seth y a Alice, mis amigos que siempre acompañaban.

- Seguro que ella está bien, no te preocupes mas por ella – solo hice una mueca de dolor, porque dolor era el que yo sentía, me dolía saber que poco a poco estaba perdiendo a mi mejor amiga, al amor de toda la vida y por la culpa de una tipo que hacia unos pocos meses apenas conocimos. Mis amigos para hacerme olvidar un poco el rato amargo que estaba pasando me invitaron a tomar un helado y a divertirme un rato, y sin duda alguna lo lograron, ya que con cada una de las ocurrencias de Seth y de Alice lograron alegrarme el resto de la tarde. Cuando se disponía a obscurecer nos despedimos

- Hermano – me detuve y Seth llego corriendo a mi lado – veras que todo sale bien, estoy seguro que ella esta bien, no te preocupes quieres!? – Asentí con la cabeza – y quieres hacerme un favor – no le conteste – no la regañes tanto – me reí ante su comentario.

Llegue a mi casa y mi madre no estaba, llame a papa para saber si iría a la misa del papa de Bella en la noche.

- Buenas tardes, en que le puedo ayudar!? – me decía muy amablemente la secretaria de mi padre.

- Hola Jeane, soy Edward se encontrara mi padre?¡.

- Hola Eddy, claro enseguida te lo comunico – Jeane era una mujer muy hermosa y las veces que iba a visitar a mi padre a su trabajo era muy atenta conmigo, habíamos ido a tomar un café varias veces pero solo como amigos, ella no era la mujer que a mi me interesaba.

- Edward!?, que pasa hijo!?

- Nada grave papa, solo quería saber si ibas a ir a la misa del papa de Bella, como todos los años.

-Claro que si hijo, como crees que iba a faltar? Charlie era mi mejor amigo, aun lo extraño – sabia cuanto le dolía que Charlie se hubiera ido.

- Esta bien, no te importa si me adelanto? Quiero ayudar a Bella en lo que pueda – y también quería saber si había llegado bien a su casa.

- Claro hijo yo paso a buscarte a su casa en cuanto sea la hora – esta bien, fue lo único que pude decirle – te vas con cuidado hijo.

- Si papa, nos vemos en la noche – colgué el teléfono y me dirigí hacia mi cuarto, me metí al baño y tome una ducha con agua caliente, salí envuelto en una toalla, me asome por la ventana y vi que estaba lloviendo muy fuerte, esperaba que Bella ya estuviera en su casa. Fui hacia mi closet y saque un pantalón negro y un suéter gris. Cuando estuve al fin vestido baje a la cocina para dejarle un recado a mama:

“ Mama, estaremos en la casa de Bella, como recordaras hoy es el aniversario de la muerte de su padre, lamento que no quieras acompañarnos, regresaremos pronto
Te quiere Edward”

Tome las cosas de Bella y mi paraguas, me acerque a la puerta y la abrí, pero para mi buena suerte ya no estaba lloviendo.

Cuando llegue a la casa de Bella, ella aun no llegaba, me abrió Bree que aun se encontraba con su niñera, me dijo que si quería pasar, pero quería ver que llegara a salvo. Escuche unos pasos y voltee a ver si se trataba de ella, y así era, pero venia con el chucho ese.

- Edward, que haces aquí?¡ - gracias a dios estaba bien, mojada pero bien, mire al chucho también venia hecho una sopa.

- Te traje tus cosas – estire mi mano para darle su mochila y su abrigo, aunque ella traía otro abrigo puesto, supongo que era el del chucho – no falta nada.

- Edward no te hubieras molestado – se sonrojo un poco al decir estas palabras.

- Estaba muy preocupado por ti, no sabia donde estabas, pero que bueno que ya estabas aquí – aunque no podía olvidar que paso todo el día con el chucho ese, le sonreí un poco – si hubiera sabido que estaban juntos, también hubiera traído tus cosas – claro que sabia que estabas con ella! Sino pensé en otra cosa en todo el día, pero después de que te llevaste a Bella todo el día, no pensarías que cargaría tus cosas en señal de agradecimiento, me estabas robando a la mujer que yo tanto amaba. Ambos solo nos mirábamos, hasta que llego mi padre.

- Hijo – me decía con una gran sonrisa en el rostro.

- Si papa!? – me acerque a su lado, y le di un pequeño abrazo.

- Que bueno que te encuentro, hola Bella.

- Buenas noches señor – ella estiro su mano para estrechar la de mi padre.

- Cuantas veces te he dicho que me digas solo Carlisle, no señor – le hizo un cariñito en su cachete, mi padre quería mucho a Bella, la veía como una hija, después de la muerte de Charlie el estaba muy al pendiente de ella – has de estar muy ocupada con todo lo de tu padre – ella se puso roja como jitomate.

- Oh, cielo santo, se me había olvidado – me miro a mi, como si esperara que le dijera algo – que voy a hacer? Mi mama me va a matar.

- Tranquila, te ayudare en todo lo que pueda – estire mi brazo para que me diera nuevamente sus cosas, me agradaba sentirme útil para ella.

- Muchas gracias Edward, nos vemos mañana Jacob -  y entro corriendo hacia la casa, el chucho nos dio la espalda y se fue, me quede mirando en la dirección en el que se iba, hasta que mi padre me saco de mis pensamientos.

- Ese chico va contigo en tu escuela?¡

- Si papa, pero no hablemos de el, entremos no vaya a ser que empiece a llover de nuevo – el asintió y entramos a la casa.

Bree nos esperaba en la puerta, se veía muy linda con su vestido verde. Entre a la cocina y vi que no había nada preparado, así que decidí preparar algo, para que René no regañara a Bella cuando regresara del trabajo. Pero que haría!?

- Bree que es lo que quieres cenar!?- le decía a la pequeña que entraba dando saltitos en la cocina.

- Macarrones con queso!! – puse manos a la obra para complacerla, al poco tiempo llego mi padre y comenzó a ayudarme,  también se nos unió Bella y así terminamos mas pronto. Para cuando llego René ya estaba todo listo, nos fuimos a la iglesia en el auto de mi padre. Cuando estábamos ahí, mi Bella empezó a llorar, se secaba sus lágrimas para que nadie notara que estaba llorando, claro que yo si lo note, lo único que hice fue poner mi mano sobre su hombro para saber que estaba con ella. Se termino la misa y regresamos a casa de Bella, René en señal de agradecimiento nos invito a cenar, oferta que no rechazamos. Mi padre había estado en contacto con René después de la muerte de Charlie y se habían hecho muy buenos amigos, el, al igual que a mi, no le gustaba ver a René y a Bella tristes, así que les contaba chistes o les contaba pequeñas anécdotas sobre sus estudiantes. La noche se me paso entre risas y anécdotas de mi padre, hasta que decido que era muy tarde y que mi mama se preocuparía si llegábamos mas tarde, pero aun no yo platicaba con Bella, René se despidió de ambos y subió a su habitación me quede en la entrada con Bella quería hablar con ella, mi padre entendió que era lo que quería hacer y se fue a su auto.

- Bella no me vuelvas a hacer eso de acuerdo?¡

- Sobre que Edward!? – sabia muy bien a que me refería.

- El irte con un tipo que casi no conoces, los vi mientras se salían de la escuela – nuevamente la ira volvió hacerse presente en mi – y no sabes todas las cosas que pensé que ese pudiera hacerte.

- Tranquilízate Edward, Jake no me haría daño, de eso estoy segura – ya hasta lo llamaba “Jake”, sin duda alguna se estaba encariñando mucho con el, pero hizo algo que me tomo por sorpresa, me rodeo con sus pequeños brazos mi cintura, no pude despreciar su abrazo – Ed, me alegro mucho que estuvieras aquí, en este día tan importante para mi y para mi familia, no sabes lo mucho que te aprecio – se alejo de mi y me dio un pequeño beso en la mejilla, sus labios eran my calidos, quería probarlos sin duda alguna, me sonroje un poco – perdóname todos los malos momentos que te hago pasar, siempre te he dicho que eres como mi ángel de la guarda – me hacían tan feliz sus palabras, después de todo, aun existía mi Bella – y así es, eres mi mejor amigo y por eso te quiero tanto, ya no quiero que estés disgustado conmigo, perdóname por no haberte dicho lo del percance que tuve la otra noche, pero no pensé que fuera necesario – había olvidado que estábamos peleados – pero no pensé que fuera necesario, estoy bien ahora y eso es lo único que importa.

- Perdóname tú a mi Bells – quería decirle lo mucho que la había extrañado – a veces me comporto como un completo loco, sabes que eres muy importante para mi… mas de lo que tu te imaginas – quería gritarle todo el amor que sentía por ella, pero no era el momento – tan amigos como siempre?¡ - quería que las cosas estuvieran nuevamente bien entre nosotros, estire mi mano para que ella la estrechara.

- Tan buenos amigos como siempre, descansa Ed y muchas gracias por todo – traía una sonrisa de tonto en mi rostro, volvían a estar las cosas bien entre Bella y yo, le di un beso en la mejilla y me fui al coche de mi padre, al parecer el también lo noto.

- Ya esta todo bien entre ustedes verdad!? – me decía mientra arrancaba el auto, me dedique a asentir. Llegamos muy rápido a casa, mi mama ya estaba dormida, me despedí de mi padre y me fui directo a mi habitación, me puse solo un pantalón y me metí a mi cama, hoy había sido un día de locos, pero al final había terminado bien, las cosas estaban como debían ser, nuevamente volvía a estar bien con Bella, y eso era lo único que me importaba…

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RELATO NARRADO POR JACOB…

No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz.

Epiceto de Frigia (50-135) Filósofo grecolatino.

Me sentía muy afortunado, por un tiempo pude olvidarme de todas las cosas que tenía en la cabeza, había pasado mucho tiempo con mi hermoso ángel, la había traído a que conociera el lago que había encontrado, en una de mis caminatas hacia mi nueva casa, era realmente hermoso, pero cualquier paisaje se veía opacado por su sola presencia, tan solo con  mirarla me hacia suspirar, pero estaba obscureciendo y lo mejor era que nos fuéramos.

- Ya es tarde, te he raptado todo el día y seguramente tu mama se preocupara por ti – la verdad era que no quería alejarme de ella, si por mi hubiera sido me estaría todo el día con ella. La ayude a levantarse y empezamos a caminar, recordaba muy bien el camino, pero de repente comenzó a llover, algo que sin duda no me esperaba, comenzamos a correr debajo de la lluvia como si fuéramos niños de 5 años, yo iba cuidándola ya que suelo ya se había convertido en lodo y no quería que ella se fuera a lastimar.
A lo lejos pude ver que se veía la carretera y comencé a correr mas rápido para que en dado caso de que viniera el camión no se nos pasara, pero cerca de nosotros se escucho el aullido de un lobo y ya no escuche los pasos de Bella detrás de mi voltee a mirar en donde se encontraba y estaba ahí parada, como si le hubieran clavado clavos en sus piernas, a lo mejor se había asustado, corrí hacia ella y la abrace, no se porque razón lo hice pero ahí estaba, la miraba directamente a los ojos, su cuerpo estaba muy frío, sus labios temblaban de frío, quería calentarlos, quería tenerla mucho mas cerca de mi, quería, BASTA JACOB!, empecé a soltarla lentamente, ella aun me miraba, pero miraba mis ¿labios? No Jake has de estar alucinando, pero que hermosa alucinación seria, reí ante mis pensamientos.

- No tengas miedo, estoy yo aquí para protegerte – daría mi vida con tal de protegerla de cualquier peligro, acaricie su mejilla, ella tembló seguramente por el frío, estábamos todos empapados – es mejor que nos vayamos, no quiero que te vayas a enfermar – tome su mano nuevamente y corrimos hacia la carretera, afortunadamente el camión paso rápido y pudimos abordarlo rápidamente, ella estaba temblando de frío, quería abrazarla pero no sabia si a ella le molestaría, me aguante las ganas de hacerlo. Cuando bajamos del camión la lluvia ya había parado, quería asegurarme de que ella llegara sana y a salvo a su casa por eso insistí en acompañarla hasta su casa, cosa que ella no rechazo.

Cuando nos acercamos a su casa pude ver a su amigo Edward parado enfrente de su puerta, solo me dedique a mirarlo.

- Edward que haces aquí?¡ - Era lo mismo que yo me preguntaba.

- Te traje tus cosas – extendió su mano y se las dio – no te falta nada – cierto, rayos! Había dejado las cosas en la escuela, no es que me importara mucho, pero que le diría a Emmet cuando regresara a la casa?

- Edward no te hubieras molestado – mi hermoso ángel se sonrojo.

- Estaba muy preocupado por ti, no sabia donde estabas – pues ahora ya viste que estaba conmigo – pero que bueno que ya estas aquí – la miro a ella por unos instantes y luego volteo a mirarme a mi – si hubiera sabido que estaban juntos, también hubiera traído tus cosas – en el momento que iba a contestarle escuche la voz que menos esperaba escuchar en estos momentos.

- Hijo – voltee instintivamente al escuchar su voz, era Carlisle, pero sabia que no me hablaba a mi, sino a el.

- Si papa!? – Edward fue a su encuentro, yo les di la espalda, no quería que me viera.

- Que bueno que te encuentro, hola Bella.

- Buenas noches señor.

- Cuantas veces te he dicho que me digas solo Carlisle, no señor – lo único que quería hacer en esos momentos era irme de ahí, no escuchaba ninguna palabra de lo que decían hasta que escuche a Bella

- Nos vemos mañana Jacob – no espere más y me aleje de la casa de Bella. ¿Por qué cuando había tenido un buen día regresan todos mis fantasmas? Me fui caminando hacia mi casa, no importaba hasta que hora llegaría, quería despejar de nuevo mi mente.

No se después de cuanto tiempo llegue a la casa, entre y ya no había luces encendidas, de seguro Emmet estaría dormido porque me afectaba tanto escucharlo, porque!! Aun traía la ropa mojada, me dirigí al baño y me metí a la regadera a tomar una ducha con agua caliente, lo necesitaba de verdad, cuando termine, salí del baño envuelto en mi bata, fui hacia mi mesa y me busque la foto de mi madre con Carlisle, no entendía porque las cosas tenían que ser así, no soporte mas la tensión, saque un cigarrillo del buró que estaba a un lado de mi cama, me acerque a la ventana y  lo encendí y le di una calada, no siempre fumaba, pero ahora de verdad que lo necesitaba. Me termine mi cigarro y volví a mi cama, me metí dentro de las cobijas, mirando el techo, el estar con Bella me hacia olvidarme de la persona que aparentaba ser, con ella no tenia que fingir nada, el estar a su lado era tan fácil como respirar, pero porque todo en esta vida tenia que ser tan complicado!?...

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