Siempre fuiste tu (m)

Capitulo 1 Regreso

Me encontraba en el avión regresando a Forks después de 10 largos años…

10 años que llevo pensando la manera de decirle lo que mi corazón siente…

No sé como resultara nuestro encuentro, ¿habrá cambiado? Realmente espero que no, en mis recuerdos siempre estuvo presente aquel niño de sonrisa radiante que me hacia reír por todo, que era atento y muy cariñoso conmigo.

Solo espero que no se haya olvidado de mí.

Cuando el avión aterrizo solo pude sentir nerviosismo, no por volver a ver a mi padre ya que la última vez q lo había visto fue hace unos meses para mi cumpleaños…

Estaba nerviosa, que va! más que nerviosa, histérica por llegar pronto a la casa e inventarle una excusa a Charly para que bajáramos a la reserva…

Por suerte desde que me fui seguí en contacto con mi mejor amiga Leah, a la cual llame apenas decidí volver y contarle sobre mis planes.

Ella había organizado una fiesta “sorpresa” para celebrar mi regreso.

Por supuesto que yo sabía que Leah organizaría todo, es mas, prometió que Jake no se enteraría…

Al salir de la manga del avión me encontré con un Charly ansioso, nunca lo había visto así, seguramente Leah ya había hablado con él y no podía contener el secreto, los Swan éramos muy malos para mentir…

-Hola papa, tanto tiempo! Te extrañe!-le dije

- y yo a ti hija-me respondió algo nervioso- pero vamos que tenemos cosas que hacer-me dijo poniéndose aun más nervioso, al parecer “metió la pata”.

-Ok, vamos entonces- le dije haciéndome la desentendida.

Al llegar a la casa me di cuenta que nada había cambiado, es como si Charly se hubiese empeñado en que las cosas siguieran exactamente igual.

Sentí pena por mi papa, tantos años solo, sin nadie que lo espere para cenar o simplemente hacerle compañía.

Deje de divagar en mi conciencia y subí directo a mi habitación, papa había cambiado el color de las paredes por un simple blanco y la cuna fue reemplazada por una cama mas grande, en donde se había encontrado mi baúl de juguetes ahora estaba una mesa con una notebook encima adornada con un moño rosa. Al lado de la mesa había unos tarros de pintura con unos pinceles, mire a mi padre sorprendida y entendió a la perfección cuando vio mi rostro, el sabia cuanto amaba las artesanías, me ayudaba a descargar mis emociones, entonces, cuando gire completamente para abrazarlo él me miro a los ojos y dijo:

-no sabía si pintar era una buena idea, así que solo compre la pintura, puedes hacer lo que desees en las paredes.-solo pude abrazarlo y agradecerle internamente, yo creía que mi padre no conocía mucho de mí y me equivoque.

Más tarde luego de almorzar y acomodar un poco mi ropa en el armario mi padre me pidió que me vistiera por que íbamos a ir a cenar a un restaurant, claro yo sabía la verdadera razón por la que me pedía que lo hiciera.

Busque la mejor ropa que tenia y fui directo al baño, luego de una ducha rápida seque mi cabello, lo planche, me maquille muy sutilmente, no quería parecer exagerada.

Baje las escaleras y vi que Charly estaba esperando, por lo que solo me limite a decirle que ya estaba lista.

Salimos de casa tranquilamente y nos subimos al coche patrulla de Charly.

-A donde me vas a llevar?- pregunte como si nada.

-Ya veras, te va a encantar- contesto poniéndose serio como si temiera decir algo que me hiciera sospechar.

El auto iba a mas de 100 kilómetros, a esta velocidad no tardaríamos mucho en llegar a la casa de Leah.

Grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no conocía el camino por donde íbamos, eso si me puso realmente nerviosa, pero obviamente no podía decir “hey Charly esta no es la dirección a la casa de Leah!” porque iba a darse cuenta de que todo estaba planeado.

Cuando menos lo espere el auto se estaciono cerca de la playa, no entendía que hacíamos ahí, que yo recuerde por acá no había ningún restaurant, es mas tampoco recordaba aquel lugar.

Mi padre me hizo señas para que caminara junto a él, lo seguí sin preguntar nada. Luego de unos minutos me percate de que si conocía aquel lugar. Era first beach, ahí es donde íbamos con mi familia y la tribu de Jacob a hacer fogatas.

Ahora otros recuerdos ocupaban mi mente, no pude darme cuenta cuando mi padre se detuvo para hablarme, estaba completamente sumergida en mis pensamientos.

-Hija, hija!, estas bien- me pregunto sacudiéndome un poco.

-Qué? Si papa, es solo que me acorde de algunas cosas de cuando era niña, me acuerdo de algunas personas, pero no puedo recordar sus rostros- mentí.

-Oh si, solíamos venir a unas fogatas con unos amigos míos y de tu madre.- dijo haciéndose el desentendido.

-Ah… - no pude contestar otra cosa.

-Que me decías antes?- pregunte rápido, necesitaba saber que iba a decirme.

-Bueno, más que decirte quería hacer algo, por favor bella, voltéate y no preguntes mas.- hice caso a su petición, pero no entendí que era lo que iba a hacer.

Al girarme puso una venda en mis ojos para que no pudiera ver.

Qué diablos!? Que se traía entre manos Charly! Esto no estaba gustándome.

Algo me hacia desconfiar de esta actitud.

Tomo mi mano y me condujo por varios minutos, pude notar que íbamos caminando por la playa, sentía como se hundía la arena bajo mis pies.

No sé cuánto tiempo paso, pero ya me había cansado de este juego tonto, estaba tan ansiosa por ver a Jake y a Leah que había olvidado por un segundo que tal vez mi padre estaba muy emocionado con mi regreso y quería hacer de esto una ocasión especial.

Llegado un punto comencé a escuchar murmullos y a Charly reír bajito.- llego la hora del reencuentro- pensé feliz.

Charly me descubrió los ojos y fue enorme la sorpresa me lleve al ver a tanta gente reunida.

Entre ellos estaba Leah con una sonrisa radiante tomada de la mano de un muchacho, también estaban los padre de ella, Harry y Sue también otro niño que identifique como su hermano, Seth.

A un costado de ellos estaba los otros niños con los que jugaba de pequeña, solo que ya no eran niños, era unos chicos bastante atractivos…

Ahí estaban Paul, Jared, Quil, Embry.

Gire mi vista esperando encontrar a Jake, a Billy o las gemelas, pero no había rastros de ellos.

Mi cara cambio por completo, en menos de dos segundos pasé de la sorpresa a la tristeza.

Cuando quise preguntar por ellos, me encontré con los brazos de Leah rodeándome con mucha efusividad, pero al acercar su rostro al mío con disimulo me susurro al oído

– tranquila, el vendrá-

-Eso espero- dije con pena.

Entre bienvenidas y recuerdos habían pasado más de dos horas y aun no tenía noticia de los Black.

Mi padre había preguntado varias veces si me sentía cómoda o si tenía ganas de irme, ya que mi cara no había cambiado mucho y la pasaba mirando para todos lados esperando poder ver al motivo por el cual regrese.

Tuve que repetirle varias veces que me encontraba bien, solo que me sentía un poco extraña estando en ese lugar después de tantos años. Al parecer Charly creyó mi historia y seguí conversando con los Clearwater durante largo rato.

Había decidido no darle importancia a la ausencia de Jake, Leah se había esforzado mucho por organizar esta reunión para mi, sería muy descortés de mi parte si seguía con esta cara de amargada.

Así que me acerque a mi amiga con entusiasmo, la vi que se encontraba abrazada al muchacho que vi cuando llegue.

Ella me sonrió y me dijo.

-bella te presento a Sam, mi novio- wooow novio? Desde cuándo que no me entere?

- que bien amiga te felicito, hola Sam un gusto conocerte- le dije al muchacho que me sonrió cordialmente.

-Gracias bella, es bueno conocerte después de haber escuchado tanto de ti.

- a si? Qué bueno, espero que solo hayas escuchado cosas buenas- le dije mientras veía que Leah susurraba un “al fin”, decidí restarle importancia pensando que solo se trataba de una alusión a la conversación.

En ese instante sentí una mano posarse en mi hombro, al girar me tope con un muchacho alto de piel cobriza con preciosos ojos negros, de pestañas y cejas pobladas, unos labios carnosos que incitaban a probarlos y una sonrisa que hacia relucir todos sus perfectos y blancos dientes.

No podía creerlo, él estaba ahí, mi corazón latía desbocado en mi pecho. Quise saltar sobre él cuando lo reconocí pero tenía que comportarme adecuadamente, no quería quedar como una regalada. Sonreí de la manera más estúpida.

-Hola-le dije simplemente haciéndome la tonta.

-hola- respondió ahora tímido.

-bella no te acuerdas de él?-me dijo Leah suspicaz.

-lo siento, no tengo muchos recuerdos de aquí, me fui con apenas 7 años.-respondi inocentemente.

Jacob no perdió la alegría en ningún momento y haciéndose el teatral me dijo

-pues deberías, pasábamos mucho tiempo juntos…- finalmente agrego riéndose- tu me hacías comer tus tortas de barro, claro que a esa edad sabían genial!- con ese último comentario echamos todos a reír.

-hay por dios como olvidarlo! Tu eres Jake!- respondí con alegría- lo siento es que realmente tengo muy mala memoria, además tu estas muy cambiado-dije esto último colorada por la pena, la verdad es que Jake era más hermoso de lo que lo recordaba.

- no hay problema bells siempre fuiste distraída, me alegra al menos no haberte olvidado, pensé que nunca regresarías.- Jacob se había puesto colorado? Oh por dios! El me recordaba! Que felicidad, no había olvidado mi apodo. Cuando gire el rostro para preguntarle algo a Leah, ella ya no estaba ahí, nos había dejado solos para que conversáramos tranquilamente, por lo visto Jake lo noto también ya que me pidió ir a caminar por la playa mientras esperábamos para cenar.

En el trayecto hablamos de varias cosas, el se encontraba en el anteúltimo año de secundaria, y yo en el ultimo. Me conto como fue que su padre acabo en silla de ruedas, la muerte de su madre, y de sus hermanas, una se había casado, y la otra se había ido a estudiar a otro sitio. Yo le conté sobre cómo fue vivir con la alocada de mi madre y el reía en cada comentario que hacía de Reneé. Todo iba de maravillas hasta que me pregunto si tenía novio.

El calor se refugió en mi rostro, daba gracias al cielo que fuera de noche y solo estuviéramos alumbrados por la luna, porque sino seguro se reiría de mi estado. Espere hasta que pude recuperar la calma y poder contestarle con más naturalidad.

-no Jake, no tengo novio aun- el pudo notar mi sonrojo de todas maneras y me sonrió ampliamente- y tú?

Su rostro se contrajo por un segundo, miro hacia la profundidad de la noche y con vos dolorida me respondió….