Un nuevo final (M)

Capitulo 1: Despedida

—Un miembro de la familia Cullen ha estado aquí contigo —expuso Jake

—Sí, Alice Cullen- le respondí

—¿Cuánto tiempo va a quedarse?

—Todo el que quiera —repliqué, todavía con tono beligerante—. Puede venir cuando le plazca.

—¿Crees...? ¿Podrías explicarle lo de la otra…, lo de Victoria, por favor?

—Ya la he informado.

—Has de saber que mientras los Cullen estén en este lugar, sólo podemos vigilar nuestras tierras. El único sitio donde tú estarías a salvo sería en La Push.  Aquí ya no puedo protegerte.

—De acuerdo —contesté con un hilo de voz.

—¿Eso es todo?- le pregunte

—Sólo una última cosa- esperé, pero él no prosiguió, por lo que al final le urgí:

—¿Sí?

—¿Van a regresar los demás? —inquirió con voz fría y calmada, permanecí callada y él clavó sus ojos perspicaces en mi rostro.

—¿Y bien? —preguntó mientras se esforzaba en ocultar la tensión detrás de su expresión serena.

—No —respondí al fin, a regañadientes—. No van a volver.

—Vale. Eso es todo- mi enfado resurgió y le fulminé con la mirada.

—Bueno, venga, ahora vete. Ve a decirle a Sam que los monstruos malos no te han atrapado.

Jacob salió a toda prisa de la cocina. Esperé a oír la puerta de la entrada, pero no fue así, me maravillé una vez más de lo silencioso que se había vuelto.

¡Menudo desastre! ¡¿Cómo podía haberme alejado tanto de él en tan breve lapso de tiempo?!

¿Me perdonaría cuando Alice se hubiera marchado? ¿Y qué ocurriría si no lo hiciera?

Me dejé caer contra la encimera y enterré mi rostro entre las manos. ¿Cómo podía haberlo complicado todo de este modo? En cualquier caso, ¿me podía haber comportado de otra manera? No se me ocurrió ninguna alternativa, ningún otro modo de proceder.

—¿Bella...? —preguntó Jacob con voz atribulada.

Alcé el rostro, que mantenía entre mis manos, para ver a Jacob, dubitativo, en la entrada de la cocina. No se había marchado, tal y como yo había pensado. Sólo entonces vi gotas cristalinas en las palmas de mis manos y comprendí que estaba llorando.

La expresión serena había desaparecido del rostro de Jacob, que ahora se mostraba inseguro y ansioso. Caminó rápidamente para acercarse a mi lado y agachó la cabeza hasta que sus ojos y los míos estuvieron a la misma altura.

—Lo he vuelto a hacer, ¿verdad?

—¿Hacer? ¿El qué? —pregunté con voz rota.

—Romper mi promesa. Perdona.

—No te preocupes —repuse entre dientes—. Esta vez empecé yo.

—Sabía lo que sentías por ellos. No debería haberme sorprendido de ese modo.

—Lo siento.

—No hay de qué preocuparse, ¿vale? Sólo está de visita, ¿no? Se irá y las aguas volverán a su cauce.

—¿No puedo ser amiga de los dos al mismo tiempo? —pregunté. Mi voz no ocultó ni una pizca del dolor que me embargaba.

—No, no creo que sea posible.

—Pero ¿me esperarás, verdad? ¿Seguirás siendo mi amigo aunque también quiera a Alice?

—Sí, siempre seré tu amigo —dijo con brusquedad— sin tener en cuenta a quién ames.

—¿Prometido?

—Prometido.

Me rodeó con los brazos y yo apoyé la cabeza sobre su pecho sin dejar de sollozar. Le iba a echar mucho de menos en cuanto saliera por la puerta.

—Te echaré de menos cada minuto —susurró Jacob, haciéndose eco de mis pensamientos—. Espero que se largue pronto.

—La verdad, Jake, no tiene por qué ser así.

—Sí, Bella, sí ha de ser así. Tú... la quieres, y sería conveniente que yo no estuviera cerca de ella. No estoy seguro de mantenerme siempre lo bastante sereno como para poder manejar la situación, y no creo que te hiciera demasiado feliz que matara a tu amiga.

Le rehuí cuando dijo eso, pero él se limitó a hacer más fuerte la presa de sus brazos, negándose a soltarme.

—No hay forma de evitar la verdad. Así están las cosas, Bella- me hablo mas en serio

—Pues no me gusta.

Jacob liberó un brazo para sostener mi mentón con la mano ahuecada y lo levantó para obligarme a que le mirase.

—Sí, era más sencillo cuando los dos sólo éramos humanos, ¿verdad?

Su mano ardía sobre la piel de mi rostro. Sabía que allí no había otra cosa que nostalgia y tristeza. No quería despedirme, por breve que llegara a ser la separación.

Me soltó y alzó la otra mano para acariciarme la mejilla con las yemas de los dedos y terminar descendiendo hasta la mandíbula. Noté que temblaba, aunque en esta ocasión no era a causa de la ira. Colocó la palma de su mano sobre mi mejilla, de modo que mi rostro quedó atrapado entre sus manos abrasadoras.

—Bella —susurró.

Me quedé helada.

¡No! Aún no había tomado una decisión al respecto. No sabía si era capaz de hacerlo, y ahora no tenía tiempo para pensar, pero hubiera sido una necia si hubiera pensado que un rechazo en ese momento no iba a tener consecuencias.

A su vez, también yo clavé en él mi mirada. No era mi Jacob, pero podía serlo. Yo le amaba de verdad en muchos sentidos. Era mi consuelo, mi puerto seguro, y en ese preciso momento yo podía escoger que me perteneciera.

El príncipe no iba a regresar para despertarme de mi letargo mágico con un beso. Al fin y al cabo, tampoco yo era una princesa, por lo que ¿cuál era el protocolo de los cuentos de hadas para otros besos?

Tal vez sería fácil, quizá no me diera la impresión de estar traicionándole. Además, ¿a quién traicionaba en realidad? Sólo a mí misma.

Sin apartar sus ojos de los míos, Jacob comenzó a inclinar el rostro, podía sentir su aliento abrazador a través de mi boca entreabierta por la sorpresa y la indecisión, seguía acercándose muy despacio, no sabia si era porque el estaba igual de nervioso que yo o porque me estaba dando oportunidad de rechazarlo, pero no estaba en mis planes hacerlo

Cuando sus labios rosaron apenas los míos, nuestros ojos se cerraron, entonces una voz hablo desde mi interior

-se feliz

Pero esta vez no se trataba de la perfecta imitación de la aterciopelada voz de Edward con la que había estado alucinando en los últimos días, se trataba de algo diferente, esta nueva voz me pertenecía a mí

Nuestro beso se volvió real, Jake deslizo una de sus manos hasta rodear mi cintura firmemente, yo de manera inconsciente lleve las mías a su cuello en un abrazo, no debía ser cuidadosa porque el no lo estaba siendo, podía sentir la temperatura de mi cuerpo elevarse por su contacto, era muy agradable, el calor venia bien con el calor, pude percibir en mi mente un nuevo futuro, uno donde yo era humana y podía llevar una vida normal, sin dejar de ver a mi familia, una donde yo podría tener mi propia familia, pude ver claramente todo lo que Jacob me ofrecía y en realidad lo desee, porque al haber tenido otra opción jamás lo considere realmente, siempre pensé que con Edward me bastaría, pero ahora no lo tendría junto a mi jamás; cuando nos falto el aire nos separamos por un segundo pero no se alejo y yo tampoco lo solté, apoyo su frente contra la mía y nos quedamos así durante un momento

Volvió a tomar mi rostro entre sus manos y pude ver en sus ojos un nuevo brillo de pura felicidad, como respuesta en mi boca se extendió una sonrisa, siempre había sido así, su tristeza me dolía y su alegría me hacia ser feliz, se acercaba de nuevo para depositar un pequeño beso en mis labios cuando nos vimos interrumpidos por el movimiento vampírico de Alice, Jacob se tenso al segundo

-Alice?!!- le pregunte alterada por su expresión, jamás pensé que se tomara tan mal lo mío con Jacob

Vaya! Era extraño pero era verdad, ahora tenia algo con el, algo mucho mayor que una  amistad, tenía una posibilidad de ser feliz, no era eso lo que deseaban para mi cuando se marcharon?

-yo lo siento, debí decirte, pero las cosas han cambiado demasiado rápido, por favor no te enfades conmigo- le roge acercándome a ella, su expresión daba miedo, si fuera capaz de llorar seguro lo estaría haciendo

-no estoy molesta contigo por esto- me respondió con voz mas bien triste mientras indicaba a Jacob sin dejar de mirarme

-entonces Alice, que ocurre?

-no se si aun sea de tu incumbencia- respondió pensativa ahora mirando a Jake

-vamos Alice basta, déjate de rodeos, y dime por favor- le roge

-se trata de Edward- la sola mención de su nombre hizo que mi corazón diera un salto y que Jacob volviera a su cara de dolor e ira- Rosalie le a contado el porque vine y ahora piensa ir con los Vulturis para que terminen con su existencia

-no!!!- grite desesperada – pero porque?, el se fue, me dejo porque ya no me amaba, que importancia podría tener para el que yo muriera?

-piensa que lo hiciste por el- me explico Alice

-no, eso no es verdad, llámalo Alice, búscale y dile que las cosas no son así- le dije con las palabras aceleradas por la ansiedad

-a destruido su celular y no sabemos donde esta, el se fue a vivir solo después de que nos marchamos de aquí

-debe haber algo, no pueden dejarlo hacer eso- me sentía muy impotente

-solo hay una manera de evitarlo pero…- no la deje terminar de hablar

-lo que sea Alice, lo necesario para que no lo haga

-tendrías que venir conmigo a Italia, solo si te ve lo creerá, de lo contrario pensara que es una  treta de cualquiera de nosotros, pero es demasiado arriesgado, tal ves no salgamos de esto, ira al corazón de Volterra, la tierra de los Vulturis

-entonces iremos- le respondí confiada, no me importaba tener que enfrentarme a algunos vampiros si con ello lograba salvarle la vida a Edward

Sentí la cálida mano de Jake tomando la mía, me di la vuelta para mirarle y pude ver como toda su felicidad se había esfumado por completo, casi parecía un chico con la expresión triste de su cara

-les daré un momento- se disculpo Alice dejándonos de nuevo solos

-no vayas- me pidió de inmediato

-no puedo dejarlo morir por mi culpa

-el se marcho, te dejo sola!- me reclamo como si sus palabras fueran a hacerme cambiar de opinión

-pero no por eso dejare que lo maten

-te mataran a ti!, ya escuchaste a Alice

-debo intentarlo, por favor, no podría cargar con su muerte en mi conciencia el resto de mi vida

-entonces iré contigo- aseguro

-no!!, no puedes, ellos no saben que existen, podrían matarlos a todos

-no te permitiré ir sola- me tomo de ambas muñecas

-no puedes obligarme a permanecer aquí- le dije despacio y el lo entendió de inmediato soltando su fuerte agarre

Lo deje en ese lugar mientras yo iba escaleras arriba para tomar mi pasaporte y algunas cosas personales, no sabia cuanto tiempo me llevaría este misión de rescate, una vez recogí todo lo que pudiera necesitar volví al piso de abajo, donde estaba Jake al pie de la escalera y Alice en la puerta

-Bella por favor no vayas- volvió a insistir- hazlo por Charly, hazlo por mi- podía escuchar su voz rota y ver sus ojos humedecidos

-lo siento Jake, no puedo…

-tienes que avisar a Charly- me recordó Alice

-yo me encargo- le respondió Jake y yo levante la vista para observarle, se había resignado a que no me quedaría

No resistí las ganas y me abrace a su pecho con fuerza, me correspondió de inmediato y esta vez pude sentir sus lagrimas mojando mi cabello, esto me estaba matando, pero no me detendría

-me has mostrado cuanto te quiero, aunque me negaba a aceptarlo, ahora no hay vuelta atrás, se que también te amo- su agarre se hiso mas fuerte, casi torturante pero no me queje

-vuelve- me pidió en un susurro

-gracias Jake

Salí corriendo de la casa incapaz de mirar atrás, nos subimos al auto de Carlisle que Alice encendió al instante, yo lloraba a mares mientras intentaba ponerme el cinturón correctamente

-estas segura?- me pregunto Alice y yo solo pude asentir con la cabeza

-de acuerdo- respondió

Nos dirigimos al aeropuerto de Port Ángeles para tomar el primer avión que nos acercara a Italia, obviamente Alice se encargo de todo y en unos minutos ya estábamos aguardando el despegue

-así que… tu y Jacob?- me pregunto Alice cautelosa

-eso parece- le respondí sinceramente

-quieres hablar?- volvió a preguntar

-no creo que sea un tema del cual hablar contigo

-Bella, soy tu amiga, sin importar que no estés con mi hermano

-gracias Alice, de verdad

-entonces, nos vamos los vampiros y terminas con un hombre lobo?- pregunto ironizando

-no era un licántropo cuando comenzamos a vernos, eso paso después; cuando decidí hacer cosas arriesgadas conseguí unas motos y le pedí ayuda para repararlas, entonces pasábamos cada tarde juntos en el garaje, cuando estaba con el era como si la herida que Edward había dejado en mi sanara, pero cuando no estábamos juntos volvía a sufrir, me aferraba a ella con uñas y dientes porque era mi recordatorio de que el existió, que fue real

-lo siento tanto Bella, yo se lo dije, le advertí que seria demasiado para ti pero no me escucho

-no te preocupes Alice, ya a pasado lo peor, Jake cuido de mi y me procuro durante todo este tiempo, el siempre estuvo interesado en algo mas pero yo no estaba siquiera en condiciones de corresponderle con algo que no tenia, sabia que para mi era mas que un amigo, se había vuelto demasiado importante, al grado de que cuando se convirtió por primera vez y no pude verlo por mucho tiempo podía sentir un hueco tan grande como el que Edward había dejado, formo su propio lugar en mi corazón mas que curar el que Edward había ocupado

-entonces le amas?- me pregunto tranquila

-ahora lo veo, no se si en el grado en que lo hice o lo hago con Edward, que arriesgue la vida a costa de mi felicidad por el me demuestra que aun lo sigo queriendo, estoy muy confundida aun, son demasiadas emociones ahora  

-lo imagino, debes descansar, el vuelo aun durara un par de horas- me pidió

Aunque trate de dormir un poco no lo logre en absoluto, tenia demasiadas cosas en la cabeza, si me había afectado dejar de ver a Jacob por unos días mientras durara la visita de Alice ahora no estaba segura de soportar el no verle durante un tiempo indeterminado, me hacia falta su sonrisa cálida, su mirada tierna, su compañía; donde estaría el? Como estaría? Me perdonaría algún día el haber venido? Lograríamos llegar a tiempo y salvar a Edward? O solo llegaría a enfrentar mi muerte? Que pasaría con todos en casa una vez que yo desapareciera?

-ya estamos llegando- me informo Alice y me acomode para el aterrizaje

Justo antes de que tomáramos un auto rentado en la estación del aeropuerto, Alice tuvo una nueva visión

-que ocurre?- le pregunte temerosa de que fuera tarde

-se presento ante los Vulturis pero le negaron la petición, le han ofrecido formar parte de la guardia si es infeliz con su actual vida

-y???

-se negó, el desea morir, va a provocarlos mostrándose al sol en la plaza de la ciudad

-no, no puede hacer eso!!- le respondí alterada- Alice, dime la verdad, tenemos tiempo?

-apenas, si nos apresuramos, pero necesitaremos un auto mas veloz

Ella se encargo de conseguir un Porsche amarillo, y avanzábamos a toda velocidad por la carretera rumbo a Volterra, no faltaba mucho para que el sol alcanzara su máximo esplendor que era cuando Edward  se mostraría a la plaza abarrotada de personas

-lo siento Bella, es lo mas rápido que podemos ir- Alice se disculpo ante mi inquietud

-lo se lo se, solo espero llegar a tiempo

Cuando entramos en la ciudad me sorprendió encontrar una gran cantidad de personas vistiendo largas capas rojas, estaban por todos lados interponiéndose en el camino e impidiendo el paso en auto

-porque hay tanta gente vestida así Alice?

-es la feria de San Marcos- me respondió- debes seguir tu sola Bella, ya no puedo avanzar

-y a donde debo ir?- jamás había estado en aquella ciudad, en realidad nunca había salido de los Estados Unidos

-solo sigue la calle principal, es a donde se dirige toda esta gente

Baje del auto corriendo, me abrí paso entre las cientos de personas que caminaban por las calles cuando escuche la primera campanada, ya era hora. Corrí lo mas rápido que mis pies me lo permitieron y entre en la enorme plaza justo al lado contrario de donde estaba la torre del reloj

-EDWARD!!!!- le llame pero justo entonces la plaza estallo en gritos y aplausos, a pesar de su súper oído no estaba segura de que me haya escuchado

Entonces lo vi claramente, justo bajo el reloj desprendiéndose de su camisa y dando un paso a la luz estaba Edward, mantenía los ojos cerrados y me pareció verle sonreír un poco

-EDWARD!! Soy yo, estoy aquí- lo intente de nuevo mientras continuaba corriendo, sin resultados

Cuando la luz del sol entro en contacto con su piel lanzo miles de destellos brillantes en todas direcciones, era solo cuestión de segundos para que alguien lo notara

Cuando lo alcance no me moleste en detener mi marcha, sabia que no caeríamos aunque me dejaría unos buenos cardenales en la piel. Choque contra su cuerpo como roca

-Edward por favor, debes esconderte, soy yo, estoy aquí- le urgí cuando note que no se movía ni abría los ojos

Solo entonces pareció reaccionar y dio un paso atrás entrando en la sombra de nuevo, me veía como si de un espejismo se tratara

-no sabia si estaría contigo de nuevo después de morir- me dijo con una media sonrisa en su boca

-Edward estoy aquí, nadie a muerto- le respondí

-pero Alice te vio… Rosalie me dijo- estaba confundido

-lo que Alice vio fue un salto de acantilado, no estaba suicidándome

Aunque estuve cerca de la muerte de no ser por Jacob, pero ese no había sido mi propósito

-me alegro tanto de que no estés muerta

-pero porque hiciste esto? Porque estabas intentando que te mataran?- le pregunte curiosa por su respuesta aun con la respiración alterada

-porque yo…- pero lo interrumpieron

-vaya!, así que después de todo no necesitaras de nuestros servicios- dijo una chica de cabello rubio

-así es Jane, no se a quebrantado ninguna regla- le respondió Edward

-tenemos una nueva visitante- me miro con una gran sonrisa

-déjala fuera de esto, no tiene nada que ver

-parecen muy unidos como para no saber nada, Aro quiere verte y seguro se interesa en tu amiga- se dio la vuelta marcando el camino muy segura de que seguiríamos sus ordenes

-mantente cerca de mí- me susurro Edward mientras me pegaba a su costado con mano firme