Te amaremos hasta que nuestro corazón deje de latir

2 de enero de 2012

Luchando por un Amor (M)




Capitulo 31: Volterra
BELLA
Cuando llegue al claro atrapada entre dos vampiros de capaz negras estaba realmente confundida y mareada por la carrera, cuando me recupere lo suficiente pude ver a los grupos que se encontraban ahí, yo estaba del lado opuesto a donde se encontraba Jake y la manada además de los Cullen, fue cuando comprendí que era una especie de prisionera de los Vulturis. Estaba aterrada del porque me habían traído aquí, al menos todos seguían con vida, no sabía que había detenido la batalla pero lo agradecía, el aquelarre de los lideres lo superaban fácilmente en número, no tendrían oportunidad alguna.
Ellos continuaban hablando aunque yo no preste demasiada atención hasta que hablaron de mi concretamente, de lo que yo sabia y que tendría que ser eliminada por ello
-por favor no puede hacer esto, yo no voy a decir nada, lo juro, jamás lo haría- trate de suplicar por mi vida
El que los Cullen habían llamado Aro se negaba a pesar de mis palabras, después hablo de comprobar lo que yo sabía sobre ellos y me tomo de la mano cerrando los ojos, su comportamiento me sorprendió pero cuando los abrió se veía extrañado. Hablo de no poder leerme y pensé en el poder de Edward inmediatamente y como él no podía escuchar mis pensamientos, acaso Aro hacia lo mismo que Edward o algo muy parecido?
Hablo con otro vampiro acerca de su descubrimiento y él le dijo que yo usaba un escudo sin darme cuenta pero que si podía sacarlo fuera de mi podría servirles de algo, no entendía de que hablaban hasta que Aro me dio una opción
-lo siento mucho linda pero las cosas son así, a menos que consideraras formar parte de nuestro mundo y unirte a esta familia, pero como sé que no lo harás, lo siento tanto
-y si lo hiciera? si me fuera con ustedes los dejarían en paz?- tal vez pudiera utilizar su ambición para salvar a las personas que quería
-bueno ya que no existe otro motivo para molestar a mi viejo amigo y estos enormes lobos no son hijos de la luna podría dejarlos vivir tranquilos siempre que no se entrometan en nuestros asuntos
-no Bella, no lo hagas, encontraremos la forma de arreglarlo, no puedes unirte a ellos- me rogaba Alice desde su posición
-Bella- me tomo por sorpresa escuchar la voz de Jacob después de haberlo visto como lobo
-no Bella, no puedes hacer esto, no puedes hacerme esto a mi- mis ojos se llenaron de lagrimas pero desvié la mirada de él o no podría hacerlo
-está bien, iré con ustedes pero tienen que cumplir su palabra, dejaran tranquilos a los Cullen y a los de la manada sin buscar escusas para volver a tratar de atacarlos
Si lograba mantenerles con vida y al menos concluir con mi embarazo antes de transformarme en una de ellos, le entregaría a mi hijo, estaría bien con su padre y nadie permitiría que algo le pasara, aunque no lo volviera a ver jamás por su propia seguridad al menos estaría vivo y bien cuidado, tal vez cuando lo tuviera Jacob me perdonaría por el daño que estaba a punto de hacerle.
Aro acepto la propuesta con tal de que me quedara a su lado y por algún motivo le creí, le pedí despedirme y me lo permitió con la condición de que nadie podía intentar nada, me despedí de los Cullen primero hasta que llegue con Alice
-no puedes hacerlo Bella, no sabemos cómo reaccionarias al cambio ahora
-desde cuando lo sabes Alice?- estaba sorprendida de que ella supiera de mi embarazo y no me hubiera dicho nada
-desde que tú lo sabes
-gracias por guardarlo y te pido que así siga, solo causaría más dolor
-pero Bella, necesita…
-no Alice, no lo necesita, promételo por favor
-te lo prometo- sabía que si ahora él se enteraba no me permitiría irme y eso causaría que nos mataran a todos, no podía permitirlo
-gracias, por esto y por todo, eres la mejor hermana que no tuve
Despedirme de Jacob fue lo más difícil que hubiera hecho nunca, aunque estaba decidida a no ponerme a llorar como una niña, no podía evitar que mis ojos se humedecieran, trate de ponérselo de la mejor forma posible para que lo entendiera
-que pasara con Charly? como crees que tomara tu desaparición repentina?, jamás dejara de buscarte y lo sabes cierto?- me dolió mucho pensar en cómo se pondría mi padre pero no tenía otra opción
-encontrare la forma de que el este bien- tal vez podría inventarle algo, me pregunte si me permitirían llamarlo o escribirle al menos
Les agradecí a la manada por todo y le pedí a Seth y a Leah que cuidaran de él y lo ayudaran con todo esto, sabía que sería un poco más fácil para ellos que para los demás. Cuando me despedí de todos comencé a alejarme, me di la vuelta para regresar a donde estaban los Vulturis y seguir con lo que ahora sería mi vida sin mirar atrás.
Como era de esperarse no podía mantener el paso de ellos en el bosque a pesar de que iban a velocidad humana, Aro le indico a otro vampiro muy grande que me recordaba a Emmet solo que menos feliz que me llevara cargada, de nada serviría negarme por lo que permanecí en silencio, según entendí lo llamaba Félix.
Conforme avanzábamos la obscuridad fue cubriéndonos poco a poco lo que me estaba poniendo ansiosa ya que no lograba ver donde estábamos; mientras más tiempo pasaba entre ellos me di cuenta de quienes eran los más importantes por su interacción, a los lados de los lideres Aro, Cayo y Marco, se encontraban Jane y un chico que no se le separaba jamás, tendría que ser Alec; después el tal Félix que me llevaba en brazos y uno más pequeño que entendí como Demetri, además de ellos el resto no era ni siquiera mencionado por su nombre.
De un momento a otro entramos en algo parecido a una pista privada en donde aguardaba un avión en el que fácilmente cabria la guardia entera, no quería pensar en las cantidades exorbitantes de dinero que poseían, si los Cullen me parecían que tenían fondos ilimitados no podía imaginarme lo que podrían pagar los Vulturis.
Una vez dentro se fueron ocupando los lugares y yo me quede para ahí esperando encontrar uno vacio
-Isabella, ven a sentarte con nosotros- me llamo Aro lo cual no pareció agradarle a Jane
Ella me miraba con unos ojos que mataban, además el color rojo carmesí que tenían era aun más aterrador, no quería pensar en cuantas personas habría matado esa pequeña vampiro. El viaje duro muchas horas, tendríamos que ir muy lejos de Forks para estar tanto tiempo en el aire.
Mientras veía por una ventana sin ver realmente estuve rememorando momentos que había pasado en mi antiguo hogar, con René en la playa bajo el sol, en los juegos de Pill y mis vacaciones con papa, mis visitas a la reserva, los ratos en compañía de Alice y el resto de los Cullen y trate de dejar al final al amor de mi vida pues me dolía mucho pensar en que no volvería a estar con él. No pude evitar las lágrimas
-estas bien?- me pregunto Alec de forma muy cortante, como si en realidad no le interesara
-si- le conteste mientras me limpiaba las lágrimas sin mirarlo
No volvió a preguntar nada y yo no establecí ningún tipo de comunicación con nadie, hasta que aterrizamos, el descenso me había causado mareos y termine en el baño del avión con nauseas, cuando bajamos ya nos esperaban un par de limosinas pero dude mucho que esta vez hubiera espacio suficiente, hasta que me di cuenta de que ya no están todos
-bienvenida a tu nuevo hogar Isabella, esta es nuestra ciudad Volterra- me indico Aro mientras me mostraba una montaña totalmente cubierta por casas y en lo más alto se podía apreciar una especie de castillo
-el resto se ha ido corriendo pero nosotros utilizaremos un modo más convencional 
Subimos al coche y me sorprendió la forma tan poco sutil en que el resto de los asistentes me ignoraba, era como si realmente no estuviera ahí, incluso la ira de Jane había desaparecido sustituida por una negativa a tomarme en cuenta, aunque tampoco me interesaba demasiado
Después de algún par de horas, los coches se detuvieron frente al enorme castillo y bajamos, porque me sorprendía que vivieran en él?. Recorrimos muchísimos pasillos muy largos antes de llegar a la habitación más grande que había visto, en el centro se encontraban tres sillas muy elegantes que supuse pertenecían a los lideres y a los alrededores otros lugares para sentarse, imagine que solo por tener algo ya que ninguno de ellos lo necesitaba realmente.
-y bien, háblame de que es lo que puedes hacer- me pidió Aro
-de que habla?- pregunte confundida ya que yo no hacía nada especial
-que poderes eres capaz de bloquear además del mío- contesto como si fuera obvio
-ha, pues Edward tampoco puede escuchar mis pensamientos, pero Alice puede ver mi futuro, y Jasper también puede afectar mi estado de ánimo, además James pudo rastrearme hace tiempo
-pero Jane tampoco te hizo daño, ya veo, tu bloqueo es meramente mental, no físico- me encogí de hombros al no saber que decir al respecto
-Ho cuanto lo siento, debes estar agotada, no estamos muy acostumbrados a tener huéspedes humanos, regularmente no están aquí por más de unos minutos- no necesitaba más explicaciones de a qué se refería
-Alec querido, podrías llevarla a una habitación, cerca de nuestra área por favor
-pero no hay ninguna que este vacía- le contesto el chico
-bueno podemos pedirle a Heidi que utilice otra, Félix tráela aquí que necesito hablar con ella
El vampiro asintió y salió de la habitación de prisa, estaba realmente considerando sentarme en el suelo por tal de descansar solo un segundo pero al percatarse de mi intención Alec me tomo del brazo y me llevo por otro par de pasillos hacia unas puertas, abrió una y me llevo adentro, no tenía nada de especial, solo había una cama, un baño y algunos detalles más que lo hacían parecer de un hotel de paso.
-espera aquí, vendré por ti para llevarte a tu habitación más tarde
Asentí y salió del cuarto cerrando la puerta tras él, le escuche poner el cerrojo, como si tuviera oportunidad de escapar- pensé con sarcasmo-, me acosté en la cama de inmediato, estaba muerta después del largo viaje, mi estomago comenzó a rugir en exigencia de comida pero no esperaba encontrar nada en ese castillo.
Me quede perdida en mis recuerdos sin prestar atención a nada mas hasta que la puerta se abrió de nuevo, era Alec que como lo había dicho vino para llevarme hacia otra habitación, por los diferentes pasillos pude ver en algunas puertas los nombres de sus habitantes, me sorprendió pasar por delante de la de Félix y Demetri, cuando nos paramos frente a una que según aparentaba le habían arrancado el nombre supuse que habría sido la de Heidi, esta parecía mas elegante, tenia telas muy finas colgando desde las barras de las esquinas de la cama que la asemejaban a las de las princesas de los cuentos, estaba toda cubierta por alfombras y otros muebles.
-supongo que necesitas dormir, así que mañana vendrán a buscarte temprano en cuanto Aro lo solicite
-está bien- de nada serviría portarme necia, mi estomago sonó de nuevo y me rodé con las manos como si pudiera evitarlo con la acción
Alec solo se rio un poco y salió de la habitación sin decir palabra, después de unos minutos apareció otro vampiro sin nada especial en su apariencia además de que sus capas eran mucho más claras de las que había visto, aprendí rápidamente que mientras más obscuras más importantes eran, traía consigo una charola con comida a la que miraba como si le diera asco y me la entrego.
Comí rápido ya que mi cuerpo me lo pedía a gritos después de no probar bocado durante casi todo el día, una vez que termine me fui a la cama y me quede hay recostada sin hacer nada solo pensar y llorar hasta que me quede dormida. En la mañana unos toques en la puerta me despertaron
-tienes que levantarte, aquí está tu ropa, parece que le agradas a Aro- me dijo una chica muy bonita pero muy provocadora mientras me entregaba algunas cosas
-porque lo dices?- pregunte algo curiosa
-porque no empezaste desde abajo como los demás, eres una privilegiada como Félix o Demetri, incluso has desplazado a Heidi, eso no había ocurrido en muchísimos años
-lo siento
-no tendrías porque, yo que tu trataría de aprovechar esas ventajas
-y puedo saber cómo te llamas?- me parecía demasiado agradable para ser como ellos
-me llamo Kristie, sabes que por aquí se conoce toda tu historia, las noticias viajan rápido cuando tienes oídos vampíricos
-Ho- no tenía más palabras
-yo conocí a Victoria y a James, pude haber formado parte de su aquelarre pero ahora estoy contenta de no haberlo hecho, en cambio me uní a los Vulturis y tengo una vida llena de placeres, tienes que apresurarte a Aro no le gusta esperar- se fue en un segundo
Regrese al baño para darme una ducha y vestirme, me sorprendió encontrarme con una blusa ligera y un pantalón de vestir negros a juego con una capa parecida a la de los guerreros de la guardia, agradecí que vinieran acompañados de unos zapatos bajos
Salí de la habitación algo temerosa de que me trajera problemas pero nadie había ido por mí, comencé a recorrer los pasillos pero todos me parecían iguales, pronto no tenía idea de a donde me dirigía o de donde venia
-que haces aquí- me sorprendió la voz hostil de Jane
-estoy buscando el salón- le conteste a la defensiva
-no entiendo que ve Aro en ti, eres una torpe humana, y te da un lugar privilegiado- estaba hablando mientras me jalaba del brazo hacia la dirección correcta supuse
Su agarre me dejo adolorida y seguramente me provocaría un cardenal bien grande, entramos en el salón, Aro y los otros dos permanecían sentados en sus sillas y a un lado de ellos estaban algunos miembros de la guardia “los privilegiados” como los llamaban 
-que pasa querida?- le pregunto a Jane al vernos entrar
-tu humana andaba husmeando donde no debería, tal vez quería escapar
-es eso cierto Isabella?- me pregunto
-en realidad me perdí tratando de llegar aquí- le respondí avergonzada por la costumbre de ser torpe
-jajajaja no tendrás problemas con eso una vez transformada
Me asusto volver a pensar en lo que me esperaba, necesitaba convencerlo de que me permitiera seguir siendo humana hasta que diera a luz a mi bebe, ese era mi único propósito, tendría que lograr el apoyo del vampiro que lo había incitado a mantenerme con él, lo busque rápidamente entre los presentes hasta que lo encontré hablando en una esquina con una mujer pelirroja
-disculpe pero me gustaría hablar con usted acerca de ello- no sabía cómo hacerlo pero tenía que portarme bien ante el si quería lograr algo
-que ocurre linda? No puedes echarte atrás ahora que estas aquí
-no es el caso, pero me gustaría retrasarlo por un tiempo- las miradas de todo los presentes se posaron en mi después de escucharme, ahora prestaban atención a nuestra conversación
-podría saber el motivo?- pregunto y me pareció algo molesto
-yo he descubierto que estoy embarazada
-vaya, eso no me lo esperaba, nunca hemos intentado una transformación en alguien que está esperando, me pregunto…?- se quedo perdido en sus ideas un momento y me dio mucho miedo su afición a las novedades podría traerme más problemas que soluciones
-Diego!!!- llamo y el vampiro se acerco rápidamente
-que pasa amo?
-has escuchado?
-sí señor, creo que todos lo hicimos
-y qué opinas? Que podría pasar si lo intentamos?- lo mire suplicante, esperaba que me entendiera y que no apoyara la idea de Aro
-pues jamás lo hemos intentado, el cuerpo de una mujer encinta debe cambiar y si la transformamos ahora seguramente el feto moriría y tal vez la arriesgaría a ella
-mmmm ya veo
-no creo que haya necesidad de arriesgarse, la necesitamos de nuestro lado antes de que alguien más decidiera hacerlo, podría de ser de mucha ayuda- sus palabras me dieron un pequeño rayo de esperanza
-de que hablas? Que es lo que propones Diego?
-bueno, yo creo que podemos esperar a que dé a luz y después transformarla, ya sabremos qué hacer con el niño después
-tu hijo es del licántropo debo suponer?- me pregunto muy interesado, seguramente lo que dría para tener su propio lobo, pero jamás lo permitiría aunque muriera como consecuencia lo protegería
-si
-bien bien, pero no es seguro que herede esa cualidad o sí?- podía mentirle después de todo el no podía leerme, solo tenía que controlar mi cuerpo para que no me delatara de eso dependía la vida de mi bebe
-no, solamente algunos pueden transformarse cuando llegan a la edad pero regularmente salta algunas generaciones- me sorprendió mi convicción de que cada palabra sonara como la mayor de las verdades y funciono
-bien, después de todo podemos esperar un par de meses a cambio de la eternidad a nuestro lado; está bien, retrasaremos tu transformación hasta que nazca el pequeño pero una vez que eso suceda serás una de nosotros
-estoy de acuerdo
Lo había logrado, de alguna manera había podido convencerlos de permanecer humana al menos el tiempo necesario. Después de eso había algo extraño en las personas que estaban en el salón, la mayoría cuchichiaba de mi ya que no se molestaban siquiera en desviar la mirada, Jane parecía querer matarme en ese momento y de no ser por la presencia de Aro lo habría hecho, pero Alec me miraba distinto no lograba descifrar el sentido en sus ojos rojos pero algo había cambiado en su percepción
Como no me sentía demasiado cómoda uniéndome a los otros grupos de vampiros me quede sentada en los escalones cerca de la silla de Aro, ellos charlaban sobre otros vampiros y de algunos rumores de que algún aquelarre había hecho algo mal y que tienen que destruirlos, en un par de ocasiones llamaron a un grupo de guardias para ordenarles terminar con la existencia de algunos, trataba de consolarme pensando en que eran malos y mataban personas inocentes por lo que no le harían falta al mundo pero aun así me asustaba
No tenía noción del tiempo, no había ninguna forma de ver el cielo para al menos suponer la hora, debido al sol supuse. Estaba empezando a cansarme de estar sentada sin hacer nada cuando mi estomago me delato de nuevo.
-parece que alguien tiene hambre, olvido que ustedes comen más a menudo que nosotros- me dijo Aro con una sonrisa casi paternal- creo que tendrás que ir a la cocina ya que mis hombres no pueden salir ahora
-yo puedo llevarla- se ofreció Alec lo que me sorprendió
-muchas gracias querido, esta vez no te perderás Isabella
Salimos de la habitación y mi acompañante me indico el camino mientras no apartaba la vista de mí, estaba empezando a sentirme cohibida, salimos del laberinto en poco tiempo pero de pronto se quedo detrás de mí
-que ocurre?- le pregunte desconcertada por su comportamiento
-no puedo salir de aquí, aun es de día y hay demasiada luz afuera
-a ya entiendo
-detrás de esa puerta está la parte superior del castillo que se utiliza como un museo de la cuidad, del lado izquierdo esta un comedor, busca a Heidi y pídele lo que quieras
-a Heidi?- me daba la sensación de que ella también me odiaría por llegar de pronto y ocupar su lugar
-no puede hacerte nada por ordenes de Aro, solo trata de no provocarla, te esperare aquí cuando hayas terminado, trata de no perderte esta vez y no intentes nada, dame la capa
-como si tuviera oportunidad- le dije mientras se la entregaba
Me dirigí a la puerta y el retrocedió un par de pasos, la abrí y Salí al exterior, era otro pasillo pero no muy largo, lo recorrí rápido y de pronto me encontré con un mar de gente que apreciaba cuadros y esculturas, nadie pareció notarme, empecé a caminar hacia el lado que me había indicado Alec, rápidamente y gracias a los letreros llegue al restaurante mientras trataba de aprenderme el camino para poder volver
-disculpe, busco a la señorita Heidi?- le pregunte a un mesero, esperaba que no utilizara otro nombre
-si claro, sígame por favor
El mesero me guio hacia el lado más alejado del restaurante donde se encontraba una chica con una pañoleta en la cabeza que ocultaba la mitad de su largo cabello rubio, unos lentes de sol demasiado grandes para su cara, un traje sastre azul obscuro y unos guantes que le cubrían los brazos por completo.
-señorita Heidi la buscan- le dijo el mesero indicándome con su mano y se retiro de inmediato
-quien eres tu?- me pregunto despectivamente
-me llamo Bella, Isabella- aclare rápidamente- me envía Aro para que coma
-así que tu eres la simple humana que me remplazo?- me quede callada ante su reclamo- solo porque eres la protegida de Aro no te mato ahora mismo
-tu- llamo a un mesero que pasaba- dale lo que pida, yo me hago cargo de la cuenta
No era la primera que trataría de matarme de no ser por Aro, hasta cierto punto agradecía su interés en mi, el mesero me llevo a una mesa y me entrego el menú, comí despacio disfrutando de la luz y de las personas que pasaban de un lado a otro charlando de trivialidades mientras ignoraban todo lo que ocurría debajo de ese museo
Cuando hube terminado y estaba satisfecha me levante de la mesa, no pude localizar a Heidi en ninguna parte y me sentí tranquila de no tener que volver a hablar con ella por ahora, regrese por el mismo camino por el que había ido al restaurante y encontré el pasillo fácilmente, abrí la puerta y tal como me lo había dicho Alec seguía hay esperándome
-estas lista?- me pregunte un poco más atento, no sabía que era lo que había efectuado ese cambio en el pero me agradaba
-sí, pero me gustaría ir a mi cuarto, tengo que volver con Aro?- le pregunte casi rogando que su respuesta fuera no
-no, vamos te llevare a tu habitación- esta vez el iba delante de mi
En solo unos momentos llegamos a la habitación, de no ser por el jamás habría dado con la correcta, me sorprendió encontrar mi nombre en una placa sobre la puerta, ellos no perdían el tiempo.
-si necesitas algo solo llama, hay guardias haciendo rondines la mayor parte del tiempo
-de hecho Alec- me quede callada esperando que me corrigiera por llamarlo así pero no dijo nada y me insistió en que continuara
-me gustaría tener algo que leer si hay forma- no sabía que tanto podía abusar de mi buena suerte
-ahora te envió a alguien con un par de libros
-muchas gracias, por todo- y lo sentía de verdad, solamente Aro, él y esa chica Kristie me habían tratado bien pero no volví a verla en el día, me preguntaba cuantos vampiros podían vivir ahí?
El solamente asintió con una media sonrisa y se marcho, me dirigí al baño y me lave los dientes entre otras cosas, luego tocaron a la puerta pero no se abrió hasta que lo hice yo misma, era otro vampiro que se veía un poco mayor con una pila de al menos 10 libros en cada mano
-gracias, podrías dejarlos ahí- le dije mientras le indicaba una mesa, jamás podría hacerlo yo misma sin tirarlos o caerme
Había de todo tipo de literatura, desde novelas románticas hasta libros de ciencia, escogí una novela que jamás había leído antes, trataba de una pareja que había sido separada por sus padres para obligarlos a casarse con otras personas por conveniencia, no estaba lo suficientemente recuperada como para leer algo así
No lograba alejar el rostro de Jake de mis pensamientos y me preguntaba como estaba, yo lo resistía gracias a la ilusión de nuestro hijo pero él no tenía nada así. Termine leyendo de nuevo la Odisea hasta que me quede dormida con el libro en mis manos.

1 comentario:

  1. hahahaha que bueno que pudo convencerlos de que tenga a su bebe!!!! Y__Y pobre de mi Jake!!!! que habra pasado con el!??
    Estoy sintiendo que Alec ayudara a Bella!! espero que sea verdad!!!! Nataly!!! un gustazo como siempre leerte!!!
    ACTUALIZA PRONTO!!!!

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