Siempre fuiste tu (m)

Capitulo 9:promesas

Una vez que estuvimos todos en el interior de la pequeña casa roja…con Leah nos dispusimos a preparar mas comida ya que, aunque quisiéramos la comida preparada no alcanzaría…

-no puedo creer que todo esto sea cierto- dijo una Leah muy entusiasmada

-yo tampoco la verdad-respondí con una sonrisa

-te quedaras esta noche verdad?-

-si, ya le pedí permiso a mi padre.

- oh, eso es genial…

No pasamos más de 20 minutos haciendo unos sándwiches para todos, luego fuimos a sentarnos al salón donde los chicos ya se disponían a contar unas historias…

Durante los relatos me percate de las miradas de complicidad que se enviaban los chicos cada vez que Sam acariciaba a Leah o Jake a mí…

Era increíble la sensación de tranquilidad que flotaba en el aire…

Luego de un rato y sin darme cuenta me estaba quedando dormida…el día había sido muy agotador, tantas emociones justas me dejaron exhausta

-amor te estás quedando dormida-dijo mi novio mientras me acariciaba la mejilla.

-estoy bastante cansada, fue un día muy largo.- respondí con una media sonrisa.

-vamos para que te acuestes-dijo ayudándome a levantarme del suelo.

Caminamos tomados de las manos hasta llegar al pasillo donde se dividen las habitaciones, jake noto mi indecisión y dándome un pequeño abrazo.

-          Si quieres puedes dormir en la habitación de las gemelas…

-          En realidad me gustaría dormir a tu lado, es solo que no sé como lo tomara tu padre.

-          No te preocupes por eso, vamos, te daré algo de ropa para que puedas dormir mas cómoda.-dijo mientras nos adentrábamos en la pequeña habitación

-          Gracias.-le dije cuando ya casi se había ido de la habitación.

Mientras me cambiaba podía escuchar el movimiento que había en la sala, me sentía un poco incomoda con el hecho de ir a dormir mientras los demás estaban todos reunidos, aun no me había despedido de Leah, pero en verdad estaba tan cansada que prefería meterme en la cama y dormir, asique así,  lo hice. Cinco minutos después escuche unos toques en la puerta y por ella vi asomarse el rostro de Jake.

-se puede?

- si adelante pasa, después d todo es tu habitación, no?- dije riendo mientras me hacía a un lado para darle lugar a mi novio para sentarse.

-es cierto.-dijo conteniendo la risa y acomodándose en su lugar.

Estuvimos un rato largo sin decir palabra, obviamente los dos estábamos nerviosos, ya sé que ya habíamos estado juntos, pero ahora era diferente, no sabía que decir, ni que hacer, era obvio que lo deseaba, todo en el era deseable, pero me ponía nerviosa el hecho de estar en su casa y que los chicos estén ahí también agregaba una cuota de nerviosismo, decidí salirme por la tangente, ya que el notaba mi indecisión

-le comente a Leah que todo esto me parecía un sueño- le dije sonriendo

-te gusto la ceremonia?- el también se veía contento de tenerme hay

-no esperaba nada así, pero fue fantástico; no puedo creer que estaremos juntos toda la eternidad  y que nuestros hijos protegerán esta tribu algún día

-así es linda, pero podemos esperar el tiempo que queramos para eso, aunque por nuestra ley prácticamente estamos casados quisiera hacer las cosas bien

-a que te refieres?- le pregunte

-quiero que nos casemos y que tu familia este presente todo el tiempo posible

Ese era un nuevo dilema, como les explicaría a mis padres que no envejecería sin poner en riesgo el secreto de la manada, pero no quería pensar en eso por ahora, deseaba disfrutar del momento

-que opina tu padre de que nos quedemos juntos?- le pregunte apenada

-dijo que confiaba en nosotros- contesto guiñando un ojo y yo me sonroje

-de acuerdo, entonces no hay que defraudarlo

Se recostó junto a mí y me apoye rápidamente en su pecho, me acariciaba el pelo mientras tanto; me sentía muy tranquila entre sus brazos, nos quedamos charlando de lo que nos gustaría hacer en el futuro

-Jake, de verdad deseas que nos casemos?- pregunte incrédula.

-claro que si, como ya te dije para la tribu estamos casados desde hace exactamente….5 horas-dijo mirando el reloj.

-Ho!- fue todo lo que pude decir.

Nunca me había planteado la idea de casarme, pero me gustaba.

Me gustaba la idea de estar siempre junto a jake, me imaginaba viviendo en una pequeña casa en la reserva, me imaginaba teniendo hijos. Pequeños “clones” de mi moreno. Inevitablemente una sonrisa se dibujo en mi rostro, aquella visión del futuro me llenaba de alegría y no podía disimularlo.

-          Porque sonríes?- pregunto curioso.

-          Es que de repente me imagine una vida tranquila, aquí en la reserva, nos imagine siendo felices, con hijos…

-          Hijos?

-          Si, ya sé que es raro en mi, nunca tuve debilidad por los niños, pero al imaginarnos con hijos me gusto la idea.

-          En realidad no suena nada mal, es mas yo pensaba que en algún tiempo podíamos empezar a mandarle la carta a la cigüeña…-dijo riéndose

-          La cigüeña? No estamos grandes ya para esos cuentos?  Jajaja-

Los dos nos reímos sin parar durante un rato largo, hasta que mi novio se puso serio de golpe y dijo

-          Bien, entonces….cuántos hijos quieres tener?

-          Mmmm, no sé, uno o dos…no lo sé y tú?

-          Bueno yo creo que con….mmmm- dijo pensativo mientras hacía que sumaba con los dedos,  hasta que dijo aun mas serio- unos 10 o 12 para empezar esta bien, no crees?

Mis ojos se abrieron tan grandes por la sorpresa que hubiesen salido de sus cuencas si jake no comenzaba a reírse.

-jajaja creo que antes de pensar en hijos deberíamos pensar en conseguir empleo para poder comprar un lugar donde vivir, no te enojes amor, pero ahora sabemos que tenemos toda la eternidad para nosotros, y debemos hacer las cosas bien, como dijo el Sr Atarea, somos la base de la nueva generación

- es cierto linda, tienes razón, es mas tal vez podríamos hablar con Sam y Leah, ya que serán nuestros “compañeros” en la eternidad, tal vez a ellos se les haya ocurrido algo como para salir adelante.

-mañana hablare con Leah a ver que se nos ocurre.

Y así entre charlas sobre el futuro y risas pasamos la noche, era definitivo, Jake y yo nacimos para estar juntos, al igual que Leah y Sam.

A pesar de la tranquilidad que sentía en este momento, sabía que no todo iba a ser color de rosas, en mi interior un miedo irracional iba creciendo poco a poco y no sabía si contárselo a Jacob o no, no deseaba preocuparlo por cosas sin sentido…

Pasamos lo que quedaba de la noche y la mañana durmiendo, cuando el reloj de la sala marco las 12 decidí levantarme para preparar algo de comer. Con todo el cuidado que pude movi la mano de Jacob que estaba sobre mí, pero fue inútil, se despertó

-          Lo siento, no quería despertarte-le dije mientras acariciaba su rostro

-          No pasa nada, buen día preciosa-me contesto sonriente y luego beso mi  frente- a donde ibas?

-          Pues a prepararle la comida al lobo, no quiero que se enoje y me coma a mi.-

-          El lobo te comería de cualquier forma- dijo con una sonrisa picara mientras comenzaba a darme pequeños mordiscos en el cuello.

-          Jajaja para Jake, tu padre y los demás deben estar en la casa aun.

-          Tranquila linda todos se fueron anoche, luego de que te acostaras.

-          Qué? Pero porque?

-          Eso no importa ahora.- dijo mientras me empezaba a besar muy suave en el rostro.

Nuestras manos impacientes, comenzaron a recorrer el cuerpo del otro, mientras la sentíamos que la temperatura se iba elevando poco a poco…

No quería parar, unas cuantas horas no eran suficientes para demostrarle cuanto lo amaba y lo feliz que era su lado…

-          Bella, para…

-          No deseo hacerlo-le dije lo más seductora posible.

-          Por favor debes detenerme- pidió suplicando.

Aleje mi rostro de su cuello donde hasta hace dos minutos estaba dejando un camino de besos…

-          Ok que sucede? Me estas asustando.-le dije seriamente mientras por mi mente pasaban miles de ideas desagradables.

-          Bells no quiero que me mires así, por favor, no es que no te desee así que borra esa idea de tu mente.

-          Entonces que sucede- pregunte con las lágrimas a punto de desbordarse por mis ojos…

-          No deseo hacer las cosas así, no es lo correcto. No es lo que nuestros padres nos enseñaron.

-          Y entonces como quieres que sean las cosas?

-          Deseo una vida contigo, sueño con una casa, hijos, nietos…todo lo que la vida pueda ofrecernos…lo deseo TODO, absolutamente TODO DE TI…

En ese momento me hubiese gustado responderle, decirle que él es todo lo que soñé desde pequeña, porque siempre fue él quien se robaba mis suspiros, quien aparecía en mis sueños, ya sea para despertarme del largo sueño, o para rescatarme de la torre…en cada sueño del futuro siempre fue el…

Solo pude besarlo como si la vida se me fuera en ello, demostrándole todo lo que sentía…

-          Te amo…-me dijo

-          Y yo a ti mi sol…

Mi hombre lobo me acurruco en su pecho y con pequeñas caricias que le proporcionaba a mi espalda, me sumí en un profundo sueño

El resto del fin de  semana transcurrió tranquilo, y por desgracia hoy era lunes…

Como cada mañana mi novio pasó por mí, y nos dirigimos al instituto…donde en la entrada nos esperaban los chicos…

-hola buenos días a todos…-salude en general.

-que tal chicos- dijo mi novio-

-buenos días- dijeron a coro

-Que tal pasaron el fin de semana?-pregunto Leah con una sonrisa picara.

-excelente- dijo Jake mientras mis mejillas se encendían al máximo…

- bueno, bueno basta de charla, adentro- dijo la secretaria del director mientras nos dirigía a todos al interior del edificio.

Camine por el pasillo tomada de la mano de Jacob y acompañada por Leah…

Hasta donde se encontraban nuestros casilleros. La sorpresa me la lleve al abrirlo y encontrar otra nota .

Esta vez fue Jacob quien la agarro y la leyó...