Siempre fuiste tu (m)

Capitulo 6: conociéndonos

Jake llego tan pronto yo hube terminado de preparar el desayuno,  en cuanto terminamos me dijo que necesitaba contarme su nuevo descubrimiento, fue en ese momento que me acorde de preguntarle si ya sabia quien enviaba los anónimos.

-amor, ya sabes quién me estuvo enviando las notas?-Jake me miro serio.

- si, pero no quiero que hablemos de eso ahora, terminemos de desayunar y vamos a dar un paseo que te parece?- pregunto.

- de acuerdo. Luego hablaremos de eso.-dije resignada, cuando Jake se ponía así no había forma de sacarle la verdad.

Terminamos de desayunar, prepare una mochila con algunos bocadillos y una manta.

Cuando salimos al jardín trasero de mi casa le pregunte a Jake donde iríamos.

-         Quiero enseñarte el lugar que descubrí 

-         Es lejos?

-         Solo un poco, pero eso no es problema.

-         Ok, vamos -dije tomando su mano mientras me disponía a caminar en dirección a mi camioneta.

-         Amor no iremos en vehículo.- dijo riéndose.

-         Mmmm entonces en que se supone que iré.

-         En mi- dijo el echándose a reír.

Beso el dorso de mi mano derecha y se fue en dirección al bosque.

-         Jake dónde vas!?

-         Iré a transformarme, no querrás que me desnude delante de ti o sí? Dijo con una nota de picardía en la voz.

-          No sería una mala idea- dije siguiéndole el juego, mientras sentía mis mejillas arder.

Sin esperar respuesta se fue detrás de los árboles para transformarse.

En cuanto estuvo listo escuche un pequeño aullido, esa era mi señal para acercarme a él.

-          No pretenderás que salte para subir en ti o sí? Agáchate que estas muy alto.

El precioso lobo cobrizo esbozo lo que parecía una sonrisa y pego su cuerpo a la fría tierra para permitirme subir, logre montar sin problema, pero mi novio aun no se movía.

-vamos, ya estoy lista.

Y el lobo comenzó su marcha, primero lenta, luego mas a prisa, lo que me llevo a cerrar los ojos, sentía el cabello revolotear a los costados de mi cabeza como si tuviesen vida propia.

Por mera inercia, solté el agarre que mantenía con el pelaje de mi lobo y extendí los brazos, sentía que volaba…

El aire pasaba entre mis dedos, acariciándolos…

No tenía miedo, al contrario estaba feliz, porque podía vivir cosas que solo con un hombre-lobo como novio podría vivir.

Las sentimientos al igual que Jake eran únicos…

Mi lobo comenzó a detener su marcha, por lo que volví  sujetarme de él para no caer, abrí los ojos.

El lugar era hermoso, estábamos en la cima de un acantilado, desde donde se podía ver el atardecer en todo su esplendor.

-Es hermoso-dije mientras llevaba mi vista hacia donde se suponía que estaba mi novio, pero no lo encontré.

-Jake?, donde estas?

-aquí -dijo con voz suave

-eres tú de nuevo-le conteste mientras me acercaba a él para poder besarlo.

-siempre soy yo bells, no lo olvides.

-Es cierto.

Mi precioso lobo comenzó a besarme, como no lo había hecho en mucho tiempo.

No voy a negar que en un principio tuviera miedo, pero por otro lado deseaba que sucediera…

-bells, debes detenerme.-dijo con su voz cargada de deseo

-pero no deseo hacerlo.-dije sinceramente

-tengo miedo de lastimarte- en su voz se notaba la preocupación.

-Jake, detente por favor.- trate de que no sonara como una orden, pero creo que así fue como él lo interpreto ya que al instante se alejo de mi.

-lo siento amor, no quería ofenderte, pero es que note tu voz tan triste que…-pero no me dejo terminar.

-tonta bella, tu no me ofendes, soy yo el que lo he hecho. No debería obligarte a hacer este tipo de cosas.-dijo acercándose a mi lentamente.

- no me obligas a nada amor, me…me ha gustado.-dije esquivando su mirada- me gusta saber que soy yo quien provoca el acelerado ritmo de tu corazón, o tu respiración entre cortada.

En ese instante pensé que me llevaría la contra pero su respuesta fue algo que no me esperaba.

Jacob disminuyo la distancia que nos separaba y tomo mis desprevenidos labios con los suyos, me costaba respirar pero no sería yo la que pararía estos besos.

Sus manos viajaban por toda extensión de mi cuerpo a la que pudiera llegar.

Acaricio mis mejillas, cuello, brazos y espalda incontables veces, enredo sus dedos en mi cabello hasta el cansancio mientras seguíamos besándonos como si la vida se nos fuera en eso…

Sus manos que antes demostraban seguridad ahora eran temblorosas, supuse que por los nervios, asique lo deje hacer…

Sus manos recorrían nuevamente mi espalda hasta que se detuvo a la altura de mi cintura.

Jacob estaba dudando entre seguir o no seguir con su recorrido, por lo que tome sus manos y las incite a seguir.

Ahora recorría con temor mis muslos, pensé que iba a detenerse en cuanto termino de acariciarme.

Pero sus palabras en mi oído me hicieron entender que había tomado una decisión.

-estaremos juntos pase lo que pase, no necesito tener tu cuerpo porque eres mía, no necesito leer tu mente para saber que lo deseas tanto como yo, solo necesito que me digas si te hago daño o no, de acuerdo?-dijo seriamente

En respuesta solo pude besarlo, por lo que mi novio me elevo en el aire, tomándome desde los muslos y me llevo así hasta la manta que él había colocado en el suelo apenas habíamos llegado

En poco tiempo habíamos quedado los dos sin ropa

Entre caricias, besos y palabras de amor habíamos hecho el amor y a pesar de ser la primera vez para los dos, sin duda fue maravilloso.

Ya para la hora de cenar decidimos volver ya que Charly estaría preguntándose donde estábamos.

El camino de regreso fue más rápido de lo que esperaba, apenas entramos a mi hogar Jake me dijo que Charly estaba arriba duchándose, por lo que él se fue diciéndome que volvería cuando mi padre se haya dormido.

Nos despedimos con un tierno beso y yo me dispuse a hacerle la cena a mi padre.

A pesar de que el cambio que experimente esta tarde solo sea para Jake y para mí, no podía ocultar la felicidad que me embargaba.

Prepare la cena en tiempo record. Ya mi padre se encontraba sentado en la sala viendo los deportes.

Comí tan rápido como pude y me excuse diciendo que estaba cansada y necesitaba dormir.

Subí las escaleras que conducían a mi habitación de dos en dos, me sorprendí de no haberme matado en el primer intento de saltar los escalones.

Al abrir la puerta de mi habitación, con el leve reflejo de luz pude divisar a mi novio sentado en mi cama regalándome una hermosa sonrisa.

Solo eso necesitaba para sentirme feliz.

Deseaba que esta felicidad sea eterna.

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Preciosas lectoras: Este es el ultimo capitulo que publicaremos esta semana...

el día lunes trataremos de publicar nuevamente....

que tengan un excelente fin de semana!

Paz