Te amaremos hasta que nuestro corazón deje de latir

1 de noviembre de 2011

Guerra Eterna (M)


Capítulo 2: Regreso



EN LA ACTUALIDAD

BELLA
Estaba por mudarme a Alaska para vivir con mi madre, cuando yo había cumplido apenas 15 años ellos habían decidido divorciarse por diferencias irreconciliables, no entendía como después de 15 años juntos salían con eso pero había sido su decisión y tendría que aceptarlo. Después de la noticia yo les había pedido me permitirán vivir con mis tíos y mis primas para no tener que presenciar las peleas legales y todo lo demás.
Ahora a mis 18 años había decidido que era momento de volver a casa, papa había regresado a su lugar de nacimiento en Washington, Forks; nada muy diferente a Alaska realmente, le habían ofrecido un buen puesto en la policía y no estaba tan mal, hablábamos poco aunque no le guardaba rencor
Solo esperaba que las cosas no fueran tan malas como parecían, mi relación con mis primas Selene (selin) y Caroline (carolain) había sido genial desde que llegue a vivir con ellas, sobre todo porque eran de mi edad y teníamos muchos gustos en común, las extrañaría de verdad; ojala encontrara alguna amiga que me ayudara con toda esta nueva situación.
-hola Bella hija que gusto que estés de regreso!!!- me recibió efusivamente mi madre en el aeropuerto
-hola mama, te extrañe mucho 
-yo también hija, demasiado, pero ven vamos a casa, te encantara lo que le hice a tu cuarto
Raneé siempre se había caracterizado por los cambios, de look, de trabajo e incluso aunque sonara un poco ofensivo de novio, había remodelado la casa en al menos cinco ocasiones desde que me marche.
-ya lo imagino mama
Después de cruzar de un lado a otro la ciudad llegamos a casa, me encantaba porque estaba justo a la orilla de la reserva de Denali y por uno de los laterales se encontraba un bosque bastante prominente que regularmente se encontraba cubierto por la nieve, habría sido perfecto de no ser porque prácticamente la odiaba
-será mejor que vaya a desempacar mis cosas mama, me muero por un baño y descansar
-me imagino, entonces te preparare algo ligero solamente para que no te quedes con el estomago vacio
-tengo que ir a la escuela a inscribirme hoy?- pregunte con un claro tono de apatía
-no te preocupes hija yo puedo hacer los trámites y traerte el horario para que puedas comenzar el lunes
-gracias mama, eres la mejor- le dije sinceramente por evitarme la fatiga de salir de casa
El fin de semana pasó sin grandes cambios, desempaque mis cosas que a decir verdad no eran demasiadas, la mayoría de la ropa que tenía no aplicaba para el clima de Alaska así que el domingo salimos al centro comercial por algunas cosas.
-de verdad te gusta estar en casa de nuevo?- pregunto mi madre un poco dudosa después de escucharme quejar de cada detalle que encontraba
-claro mama, no te preocupes, es solo que aun soy una adolescente es mi trabajo quejarme
-si no estas segura aun puedes regresar con tus tíos- me dijo con un tono triste
-no mama, de verdad, me alegro de estar aquí contigo- le dije sinceramente
-gracias hija de verdad te extrañaba
Al fin era lunes por la mañana, estaba arreglándome para mi primer día en la nueva escuela, el clima no era tan malo al menos, después de desayunar algo con mi madre era hora de irme si no quería llegar tarde, ahora tenía un auto compacto para moverme libremente, otra cosa que le agradecía.
Aparque en el estacionamiento frente a la entrada, y en cuanto baje del coche las miradas de los presentes no demoraron en posarse sobre mí, no pude evitar sonrojarme, camine despacio para no tropezar con algo y después de un momento ya estaba en mi salón de la primera clase
-hola!!- me saludo una chica muy animada
-heeemmm hola- le conteste tímidamente
-me llamo Ángela, eres nueva cierto?
-si así es, tanto se nota
-eso es porque llegaste al lugar donde nada pasa nunca, parece que serás mi compañera- dijo mientras se sentaba a mi lado- y tu nombre es?
-Isabella, pero prefiero solo Bella
-genial entonces Bella
No parecía tan mala idea, me agradaba la chica, era blanca (como casi todo el mundo aquí) pero con el pelo negro, alta y delgada con un bonito cuerpo, su cara tenía rasgos delicados como muñeca de porcelana que terminaban de rematar con unos lentes con el armazón negro sobre sus ojos del mismo color.
-así que de dónde eres?- pregunto para seguir la conversación 
-en realidad soy de aquí, solo que me fui a otra ciudad por un par de años
-a vaya que bien- me contesto sonriendo
Continuamos charlando amenamente hasta que apareció el maestro, era muy agradable, me gustaba estar con ella, al terminar la hora me invito a almorzar con su grupo, lo que agradecí pues no me apetecía comer sola.
El resto de las clases fueron más de lo mismo, presentarme, que todos me miraran descaradamente durante media clase y que algunos chicos quisieran quedar bien con la nueva, al fin llego la hora del almuerzo y me dirigí con mi charola hacia la mesa de Ángela y sus amigas
-a Bella llegaste, ven siéntate junto a mi- me invito Ang haciéndome un espacio
-miren ella es Bella, la chica nueva- tal parecía que ese sería mi nuevo apodo por aquí- ellas son mis amigas Rosalie- que era una rubia despampanante con ropa con la que pensé pescaría un buen resfriado por lo descubierta-, Bree,- quien tenía el pelo teñido de rojo que le hacía resaltar su blanca piel- Emily y Vanessa – de quienes me sorprendió un poco su apariencia, eran más bien morenas claras, como si tuvieran un bronceado perfecto cosa que dudaba mucho ya que el sol pocas veces aparecía en este lugar, pero no hice preguntas.
-hola chicas, un placer
Todas me saludaron y después siguieron con la plática que aparentemente había interrumpido, charlamos de música, de lugares, de artistas y tal parecía que era el tema de conversación ya que entre ellas se conocían muy bien, no me molesto era bueno encontrar chicas tan agradables
El día paso sin pena ni gloria, al fin terminaron las clases y yo me despedí de mis ahora nuevas compañeras para dirigirme a mi auto y regresar a casa, pero un par de ojos clavados en mi me distrajeron, eran azules con una intensidad sorprendente, parecían brillar y el chico ni siquiera se molesto en disimular cuando lo descubrí, se veía extraño, no encontraba la diferencia pero lo percibía.
Al darme cuenta de que me había quedado parada viéndolo también, me sonroje y el hiso un gesto de dolor muy peculiar, salí corriendo hacia mi auto y me fui de ahí.
EDWARD
Las clases habían iniciado de nuevo, volver a la rutina de siempre, era un martirio pero era mejor que quedarse en casa todo el tiempo, a pesar de que habíamos evolucionado en gran medida nuestra existencia aun era un secreto para los débiles humanos, el único contacto que tenían con nuestra realidad era cuando se les consideraba un buen prospecto para vampiro, mi trabajo, si así se le puede llamar, consistía en buscar humanos que fueran potenciales para desarrollar algún don especial con la trasformación, como el mío.
Después de ser convertido había descubierto que era capaz de escuchar los pensamientos de todos sin gran esfuerzo, claro lo cual he perfeccionado con el tiempo y ahora era capaz de escuchar el conjunto de pensamientos de un gran numero o uno en particular a una gran distancia, a menos de que se trate de un licántropo
-la naturaleza es sabia, siempre mantiene el equilibrio- había dicho mi creador cuando nos dimos cuenta del hecho
Ahora formaba parte del consejo gracias a mi don único, algo bastante complicado y de gran importancia ya que como es de esperarse no muchos vampiros mueren con regularidad.
Mi grupo o aquelarre estaba formado por Jane y Alec, dos de los vampiros más poderosos que habíamos descubierto aunque en apariencia apenas eran unos adolecentes, ellos eran las partes opuestas de sus poderes, Jane es capaz de torturarte con un dolor mental insoportable mientras que Alec simplemente te deja sin sensación ni percepción alguna; Eleazar, quien tenía la habilidad de predecir los dotes especiales en los humanos solo con verlos y su compañera Carmen que no tenía nada de especial, solo la conservaba por mi buen amigo, ellos cumplían además con ser los padres de nuestra “familia” ya que un grupo de estudiantes viviendo solos no era muy común en esta área; y por último las hermanas súcubo como eran llamadas por los que las conocían, gracias a su costumbre de seducir a los humanos para complacerse y después matarlos, Irina, Kate y Tania.
Las clases fueron como todos los años, sin novedad alguna, estaba pensando muy seriamente cambiar de lugar de búsqueda pero el sol seguía siendo un inconveniente, ya no nos destruía pero nos hacia brillar como diamantes algo con lo cual era demasiado complicado pasar desapercibidos
Estaba entretenido escuchando los pensamientos de los presentes en cada clase ya que nadie prestaba atención a los maestros y tenían en su cabeza muchas fantasías que me parecían graciosas, pero hubo algo que me llamo la atención entre ese mar de ideas
-“si que es hermosa, ¿será nueva? Claro idiota si jamás la habías visto antes”- uno de los chicos de mi clase tenia la imagen de una joven
Me quede impactado por el parecido con una chica que había visto constantemente en los pensamientos de Víctor, para el parecía muy importante pero había un deje de rencor y odio hacia ella.
-Sognia- pronuncie apenas en un susurro que estaba seguro que ninguno de los presentes había escuchado
Durante la hora del almuerzo llame a mi grupo a la casa para hablar con ellos, esta estaba dentro de la reserva Denali gracias a nuestras influencias y grandes cantidades de dinero, no tardaríamos más de dos minutos en ir y regresar sin levantar sospechas
-el parecido es demasiado- les comunique después de contarles lo que había investigado en los pensamientos de los humanos
-pero es imposible, sabemos de buenas fuentes que Sognia murió hace unos años, fue exterminada junto con su sucio perro- me recordó Alec
-de eso no estamos completamente seguros, tenemos que cerciorarnos, si es ella, Víctor no estará muy contento con que siga viva
-y si no lo es, el parecido no puede ser coincidencia, debe existir algún lazo de descendencia- pensaba muy concentrado Eleazar
-yo puedo acercarme sin levantar sospechas, soy una chica joven- sugirió Jane ya que el resto de las chicas aparentaba mayor edad
-pero yo podría descubrir mas en sus pensamientos con solo acercarme lo suficiente- le recordé indicándome la cabeza
-entonces ese es el plan, tú te acercas a ella y tratas de averiguar todo, si es ella lo mejor será que no actúes solo, seguramente ella tampoco lo estará- concluyo Tania como buena estratega
-es momento de volver, casi comienzan el resto de las clases- les recordé y salimos de la casa a toda velocidad
En cuanto entramos al edificio me dispuse a buscarla mientras el resto del grupo volvía a sus ocupaciones normales, no me costó demasiado encontrarla con el aroma que tenia, era demasiado tentador, al grado de despertar mis más bajos instintos, tuve que alejarme rápidamente sin tener oportunidad de leerla
Para mi mala suerte no compartía ninguna clase con ella, pero pude enterarme de algo de información gracias a los pensamientos de sus “amigas” con quienes había pasado el almuerzo en la cafetería. Se llamaba Isabella pero prefería que le dijeran Bella, vivía con su madre, no tenia hermanos y su padre no vivía en la ciudad, le gustaba el color café y la música clásica, al menos tenia buen gusto.
Justo a la ultima hora decidí salir unos minutos antes de que terminara para poder localizarla, pero cuando la encontré me sorprendió el no poder escucharla; escuchaba la conversación con sus amigas pero nada de lo no expresado con palabras, que rayos pasaba! Porque no podía escuchar nada! Acaso era un licántropo, según nuestro conocimiento solo los varones podían transformarse y estaba seguro de que tampoco era una vampira, sus ojos eran cafés chocolate y su piel era más bien crema. La seguí hasta el estacionamiento intrigado por su mutismo mental
Estaba realmente sorprendido, además de su bloqueo, porque el parecido con Sognia era demasiado, eran como dos gotas de agua, aunque jamás la había visto en persona con los recuerdos de los más viejos me bastaba para hacer la comparativa.
Estaba tan metido en mis cavilaciones que no me percate del todo que ella me miraba, me tomo un segundo notarlo, sus ojos se clavaron en los míos y no pude desviar la mirada, era como hipnotizanté, su mirada tan profunda que me invitaba a perderme en ella; así duramos un par de minutos hasta que ella se percato del incidente y se sonrojo
Era demasiada la tentación de su sangre concentrada que me fue imposible seguir mirándola sin la intención de lanzarme sobre ella en ese instante, la escuche alejarse corriendo a su coche y salir del aparcamiento.
No tenía intenciones de seguirla, no por ahora…
JACOB  
Me encontraba de patrulla en los bosque cerca de nuestro pueblo, aunque los vampiros no se acercaban a aquella área aun había la posibilidad de que algunos no civilizados se atrevieran a entrar por esos lugares.
Vivía en los bosque cercanos a la ciudad y por debajo de la reserva Denali, nuestro pueblo no era muy numeroso, trescientas personas aproximadamente, ya que solo algunos habíamos venido a mantener el control en el lugar, no podíamos permitir que los vampiros cazaran o se reprodujeran a su antojo en cualquier parte por lo que nuestra raza se había dispersado por puntos estratégicos del planeta para mantener las cosas a raya
Cada manada estaba dirigida por un descendiente directo de Lucian, el primer licántropo racional que había existido y que aun vivía en algún lugar que nadie conocía ya que él y su mujer supuestamente habían muerto para despistar a Víctor el líder de los vampiros. Solo nosotros habíamos heredado la fuerza y rapidez de nuestro original, mientras que el resto solo lo tenían en menor medida.
Mi manada estaba conformada por 8 miembros ya que el aquelarre a nuestro cuidado contenía a la mano derecha de Víctor, Edward, uno de los vampiros más poderosos aunque su poder era mental y no físico el hecho de conocer cualquiera de tus pensamientos antes de que los expreses le da una enorme ventaja.
Ahora estaba con Sam, Seth, y Embry, mas tarde nos relevarían Paul, Jared, Quil y Colín; aun no habíamos tenido señales de que algo pasara por lo que nos dividíamos el tiempo de vigilancia
-oye Jake- me llamo Embry en su mente, una peculiaridad más de los licántropos
-que pasa hermano, aun no es tu turno
-lo sé pero hoy vi algo que tal vez te interese
-habla- le indique para que continuara
-es que hoy que fui por Vanessa a la escuela de la ciudad me di cuenta que los vampiros volvieron, regresaron como estudiantes como lo habíamos previsto
-entonces no entiendo tu interés en contarme, podrías haber esperado al cambio de turno
-no es eso lo importante; cuando las chicas salieron venían acompañadas por una joven nueva que tiene demasiado parecido con Sognia, como debes imaginarte era el centro de atención pero lo que me sorprendió es que ese chupasangre estaba demasiado interesado en ella
-Edward?- pregunte sorprendido ya que a el no le importaban los humanos a menos de que obtuviera algo de ellos
-si, se le quedo mirando con demasiada intensidad como si estuvieran hablando en la distancia, pero sin embargo el tenia una cara de frustración, fue muy extraño
-si que suena así, tal parece que tendré que investigar quien es esta chica nueva, comenzare con Vanessa y Emily, dices que venía junto a ellas?
-si, al parecer Ángela se hiso su amiga y la integro al grupo- contesto Embry
-bien, parece que después de todo tu turno comienza ahora
Regrese a donde había dejado mi ropa para poder volver al pueblo y buscar a las chicas en su casa, camine tranquilamente por la linde del bosque hasta que divise la pequeña casa.
-hola Jake, que sorpresa verte por aquí- me saludo Emily cuando abrió la puerta
-que hay Emily, esta tu hermana en casa? Me gustaría hablar un momento con ustedes
-si claro ahora la llamo- desapareció por la puerta para volver en unos minutos con Vanessa
-y en que te podemos ayudar Jake?
-se que sonara un poco extraño pero Embry me hablo de su compañera nueva y me gustaría saber de ella
-pues si que suena raro, pero supongo que no hay problema,- contesto Vanessa- se llama Bella
-Bella?- no sonaba como un nombre muy común
-bueno en realidad se llama Isabella solo que no le gusta mucho, llego apenas la semana pasada de casa de sus tíos, sus papas se divorciaron cuando tenía 15
-y ahora?
-tiene 18, igual que tu
-a ya veo, y alguien le prestó más atención de lo normal?
-a decir verdad si, casi todos los chicos- contesto Emily esta vez un poco molesta- son como niños pequeños con juguete nuevo, sobre todo los chicos de la reserva
-los Cullen?
-si, estuvieron haciendo preguntas sobre ella y Edward parecía querer comérsela con la mirada en el estacionamiento- no pude evitar reírme de su acertado comentario
-muchas gracias chicas
-que acaso no nos vas a contar porque tantas preguntas sobre Bella?- reclamo Vanessa
-jajaja la verdad no, nos vemos- me despedí de ellas con un ademan de la mano mientras les sonreía
De camino a mi casa me quede pensando que aparentemente tendría que ir a estudiar al instituto de la cuidad….

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